Estudio de Bandar Blackstorm. Cuatro personas se acomodan
para discutir un asunto importante. De un lado del escritorio estaban Bandar y
su esposa, Mildred. Frente a ellos se encontraban el senescal de la Casa,
Allister Tylor, y Lady Mailen Jeyny. Arriba de la mesa había planos del
territorio Blackstorm, y una maqueta sencilla con la forma de un poblado.
Bandar explicó el asunto.
-Bueno, los he llamado aquí por un tema que es importante.
Quiero sus opiniones sinceras. Voy a fundar una nueva urbanización, y necesito
nombrar un gobernador. Por un lado, pensaba en Allister, quién ha sido senescal
de la Casa con un éxito increíble. No querría desprenderme de él, pero me
gustaría honrar su servicio. La pregunta es si él quiere. Por otro lado, a Lady
Mailen le prometí que su hijo sería un noble a mi servicio. Pero tengo miedo de
que ella no tenga la fuerza suficiente, no por ella misma, sino por la
dificultad de la tarea, para ser regente hasta que Robin asuma la gobernación.
A su vez, ambos son caros a mi corazón y realmente no deseo desprenderme de
ambos, pero quiero cumplir promesas y honores. Espero que entre los cuatro
podamos determinar el mejor curso de acción. ¿Ideas?
Allister fue el primero en tomar la palabra
-Mi señor, siempre he vivido en Trono... me encantaría
cumplir vuestras ordenes si es que así lo dispone... pero mi hogar esta aquí,
junto a usted, la dama y los niños.
Mailen no obstante tenía una expresión de asombro
descomunal. De repente, todo lo que estuvo buscando estaba al alcance de su
mano, dejar de ser una "dama de corte" para convertirse en una
Señora, con tierra para administrar, y un legado para su hijo.
Mildred tomó entonces la palabra.
-Mailen, creo que va a ser algo muy bueno para vos y tu
hijo, aunque me va a doler tenerte lejos
Mientras la sorpresa de Mailen seguía, Bandar finiquitó el
asunto.
-Bueno, entonces no hay más que decir, si Mailen está de
acuerdo, me encantaría nombrar a Robin gobernador de Cairn de los Ríos, mientras
su madre ejercerá la Regencia hasta que Robin tenga la edad para asumir el cargo.
La joven, en un acto sincero, cruzó el escritorio que la
separaba a ella y a Allister de Mildred y Bandar para abrazar a su señor.
Allister habló nuevamente
-Es usted muy generoso mi señor, no me sorprende que la
gente lo quiera tanto.
Bandar rio ante la alegría de la chica. Y le devolvió el
abrazo.
-Jajajaja tranquila niña, te lo había prometido. Y has sido
siempre una persona leal y amable.
-¡Gracias, gracias!
Mildred, en un pequeño acto de celos, cortó el abrazo
poniendo sus manos en los hombros de Mailen. No le gustaba que ninguna mujer
estuviera demasiado cerca de su marido.
-Bueno, ahora bien. ¿Quién te va a acompañar? Necesitamos
gente de confianza que te ayude a poner orden si es necesario- dijo Bandar.
A lo que Mildred acotó además
-Más te vale que les dejes algo a las niñas o no te van a
dejar irte...
Mailen esbozó una sonrisa tímida. Sabía que las
niñas la iban a extrañar. Pero estaba pensando en su futuro y se le
ocurrió una idea.
-Kevan se va a casar...
Se hizo un breve silencio.
-Kevan podría asistir a Mailen, pero no sé si se querrá
mover de Altar- replicó Bandar- En todo caso, a Lyanna le quedaría más cerca de
Winterfell.
-... Si puede ser él mejor... sino Ser James...- respondió
Mailen
-No se, podríamos preguntarle a Frank si esta dispuesto a
dispensarse de un par de caballeros para asistir a Lady Mailen. Pero sí, serían
una excelente opción- afirmó Bandar.
-Pero si es Kevan mejor...- Mailen mantenía firme su pedido
-Milady Mailen, no debe usted apegarse tanto a un hombre
casado...- acotó Allister.
Mildred se acercó a Mailen, puso ambas manos en su rostro,
en una dulce caricia y dijo
-¿Y? ¿Hay algún muchacho que te interese?
Bandar dedicó una mirada entre divertida y cómplice a Mailen
La chica perdió algo de su compostura y dijo
-Eh... no me preguntes esas cosas... No frente a Bandar...
El señor, con algo de buen tino, esbozó:
-Bueno Allister, amigo, me ha sorprendido tu decisión, así
que abriremos un buen vino, alguno de esos importados que guardamos para
eventos especiales, y nos iremos a comer algo rico que haya hecho tu madre
mientras las damas discuten. En ese instante se paró, le pasó el brazo por la
espalda a Allister y salieron del estudio.
-Señoritas, saludos- dijo Bandar mientras cerraba en parte
la puerta.
-Pero... -esgrimió Allister, que quería ver la escena.
Afuera, los dos hombres no se alejaron nada del estudio
-Deberíamos habernos quedado mi señor....
-Shhhh... Igual nos vamos a clavar el vino, pero luego de
escuchar esto- dijo Bandar susurrando.
La conversación se escuchaba relativamente bien
-¿Y? ¿Quién te gusta?
-No sé...
-Si que sabes, te conozco bien Maily, larga
-Pero... no sé
-Si que sabes, deja de hacerte la tonta
-¿Entonces para que me preguntas?
-¡Porque vos sabes que esta mal! Tenes que ir largando, ¿No
queres un papá para Robin?
-Sí... pero....
-Aghhh, ¿Pero qué, Maily?, ¡¿Pero qué?!
-Es temperamental a veces...- Allister acotó una obviedad
-A ver como sigue esto- dijo Bandar
Ambos siguieron escuchando el diálogo
-Pero es que lo quiero de verdad....
-Ay Maily ¿Qué se te metió en esa cabeza tuya? Ya pasaron
más de dos años y seguimos en las mismas
-Pero ya no estoy casada... ¿Eso no es mejor?
-Sos una tonta.
Allister volvió a acotar
-Esta chica no aprende más...
-Está enamorada... todas están enamoradas de Kevan parece...
me supera. - afirmó Bandar
-Lo dice como si usted a su edad no hubiera tenido ese efecto
en las damas
-Bueno... pero esto no pasa por mí
La puerta se abrió de repente y apareció Mildred. Bandar
intentó dibujar una respuesta, con consecuencias bastante risibles.
-¿Cómo que no hay más de ese vino de Roble Viejo? ¡Millie!
¡Alguien se tomó el vino especial ese! ¿Vos sabes algo?
Mildred enarcó una ceja.
-¿Qué vino especial de Roble Viejo? ¿Tenes una bodega en el
mismo piso que tu estudio?
-No, no... Venía a preguntarte porque quizás vos sabías
algo- si no hubieran conocido a Bandar, le hubieran creído
Ella dedicó una caricia a la cabellera de su esposo
-Ya voy a hablar con vos a la noche...- afirmó- -Y vos trae
ese vino especial- le ordenó a Allister
-¡S...sí!
Allister salió despavorido.
-¡Bueno, brindemos por las buenas noticias!- atinó Bandar
Mildred dio un suspiro y luego besó dulcemente a su esposo.
-Sos un nene a veces...
Mientras Mailen reía.
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