martes, 27 de diciembre de 2011

Selina


Vi la taberna, pero desde arriba, ahora sabía que estaba viendo a través de Withewing. Muy rápidamente sentí que se posaba sobre una ventana, mirando hacia adentro vi a Elaine arreglándose, estaba fuera de la bañera de agua caliente. Sonrió, se besó dos dedos de la mano y con ellos me tocó la frente, luego salió por la puerta cerrándola tras de sí. Después de que ella salió Withewing empezó picotear de una forma extraña y la ventana terminó por abrirse, lo primero que sentí fue una oleada de calor que salía de la habitación hacia el frío de afuera.
De un salto pasó de la ventana al borde de la bañera y poco a poco me vi a mí mismo de frente, durmiendo plácidamente en la bañera.

-¿Por qué?– Era la voz de una niña joven pero por más que intenté no pude reconocer la voz.

No contesté, la voz volvió a repetir:

-¿Por qué?

El silencio era palpable en la habitación, solo muy de vez en cuando se escuchaba algo fuera de la ventana.

¿Era la voz de Whitewing? Había leído que algunos cuervos podían imitar la voz humana pero escucharlo no era lo mismo... ¿estaba dormido? Me estaba viendo a mí mismo durmiendo en la bañera de la taberna...

-¿Por qué?

Era extraño, Whitewing me estaba preguntando "por qué" y lo primero que pensé fue en Selina... Era muy extraño verme a mí mismo así, me ponía nervioso.

-¿Estás enojado conmigo?
-No
-Ah, porque me pareció que me estabas esquivando...
-Porque te estaba esquivando.
-¿Por qué?
Tardaba siglos en responder entre frase y frase, no quería decir algo que la pudiera herir, pero tampoco quería mentirle. Ella me ofreció del conejo que estaba asándose al fuego y yo lo tomé, a su vez me serví vino sin preguntarle.
-Porque no quiero compromisos.
-¿Yo te pedí algo?
Comí un pedazo del conejo y pasó un tiempo hasta que respondí.
-No... pero no te quiero lastimar.
-¿Y por qué me ibas a lastimar?
-Entonces quizás entendí mal.
-¿No me extrañaste ni un poquito?
-Por lo general me hago la pregunta inversa, si las chicas me extrañan a mí.
Ella se acercó y me abrazó. Parecía más tierna de lo habitual, aunque quizás fue solo mi imaginación.
-¿Ves que sí querés compromiso?
La abracé, me quedé así un rato abrazado a ella, no hubiera tenido problemas en quedarme toda la noche así, pero había otras formas más divertidas de pasar mi última noche antes de morirme...

No es que no confiara en la estrategia de mi primo o en que podíamos ganar la batalla, pero sabía que iba a ser yo el que se arriesgara, no iba a permitir que lo hiciera él. Si había que atraer a esas cosas hacia una trampa, lo iba a hacer yo. Yo no tenía nada por lo que quedarme en este mundo y él sí, tenía a su mujer, y a sus dos hermosas hijas... Si alguien iba a morir ese día, iba a ser yo. Pero supongo que aún los siete dioses no quieren que me reúna con mi otra mitad porque estuve combatiendo todo el día, y aún seguía ahí, parado junto a mi primo y asistiendo en el combate...

Supongo que Withewing me estaba preguntando por qué decidí dejar a mis hombres a las órdenes de Balian y Kevan y asistir a Selina... ¿por qué el líder de los "no muertos" quería a Selina? Iba a tener que averiguarlo…
Nadie había visto que se estaba dirigiendo hacia ella salvo yo, podría haber enviado a alguien más, pero en casos así, en los que sé que nadie mejor que yo puede hacer una tarea... tenía que hacerlo yo mismo.
Trepé a ese mamut, mi espada se incrustaba en su carne y aún así el muy desgraciado continuaba su camino al objetivo. Cuando llegué arriba el hombre de ojos azules de fuego no estaba allí y lo vi correr a través de la multitud hacia ella. Clavé mi espada en la oreja del mamut y bajé para seguirlo, corrí muy rápido y gracias a los dioses pude llegar a tiempo. Pero justo antes de que mi espada le cortara la cabeza una flecha de Selina se había clavado en su frente. Debí suponer que ella podía cuidarse sola, pero aún así corrí a ayudarla... ¿Hubiera hecho lo mismo por cualquier otro?

¿Por qué lo hice? La verdad es que ahora que lo pienso... no lo sé...

Cuando volví a mirar estaba viendo a Withewing, ya no veía desde sus ojos sino desde los míos. Detrás de mi amigo apareció la figura decapitada del espectro que había matado y Whitewing me volvió a preguntar:

-¿Por qué?

Me restregué los ojos "¿Estoy dormido?" Me sorprendí cuando el cuerpo del decapitado no me causó la más mínima impresión, había visto demasiado ya en las guerras como para que eso me afectara…
Dejé de hacerle caso a la pregunta, quizás así dejara de preguntarme “por qué” a algo que no sabía qué era y tampoco tenía una respuesta para lo que yo creía que me estaba preguntando. Decidí preguntar algo yo esta vez:

-Ella tiene algo que querías… ¿Qué es?

Whitewing agitó la cabeza, al principio parecía no entender, pero después siguió mi mirada, detrás de él el espectro bajó la espada pero como la vez que lo vi sobre árbol lo eludió y emprendió el vuelo, pero esta vez el espectro estiró la otra mano y lo atrapó, en ese momento sentí un terrible dolor en la cabeza como si me hubieran clavado un cuchillo de hielo.
Cuando la espada tocó el agua por el golpe toda la bañera se congeló y quedé atrapado, sentía como si miles de aguas se me hubieran clavado en el cuerpo a la vez.
Whitewing desesperado intentó liberarse pero poco a poco se fue congelando, y empezó a gritar con voz humana, la voz era muy parecida a la de Selina.
Cuando finalmgente el cuervo se calló, la oscuridad, el silencio y el frío se hacieron más patentes en la habitación, y de entre las sombras que me empezaron a envolver conté cinco ojos de fuego azulados que me miraban y uno de ellos se acercó.
A diferencía del que maté este parecía una persona pese a sus ojos, su piel era extremadamente blanca, tenía la ropa de un noble y una corona sobre su cabeza. El ojo que le faltaba estaba cubierto por un parche con hilos dorados y plateados, y en la mano tenía una espada de un material transparente, como el hielo o el cristal que emanaba una muy tenue luz azul como la de los ojos.
Escuché su voz que era una mezcla de gemido, llanto y chillido "Entréguenla" y en mi cabeza apareció la imagen de Selina, estaba desnuda en una cueva congelada, con las piernas y los brazoas atados por cadenas de hielo, vi sangre donde las cadenas la sujetaban, debajo de ella una estalagmita se fue formando sumamente rapido, pero cuando empezó a tocarle los pies la velocidad se redujo y empiezó a avanzar casi a milímetros, congelandolo todo... la vi llorar, gritar desesperada por piedad, porque la maten, gritó mi nombre desesperada, vi como poco a poco el hielo la iba cubriendo hasta convertirla en una tumba. Sabía que tendría que haber caído inconsciente del dolor, o por el frío, o muerto cuando el hielo cubrió su corazon, pero hasta el último momento miró en mi dirección moviendo los ojos buscando, buscándome.
Cuando la última lágrima congelada cayó al suelo desperté, Whitewing se liberó y de golpe estaba de nuevo en el agua caliente y por la puerta entraba Elaine.

"¡¡NO!!"

Me desperté alterado, las visiones que me dejaba ver Withewing eran cada vez más terribles, ¿acaso no iba a terminar jamás?
¿Fue un sueño, o quizás una visión de un futuro? ¿quienes son esos hombres? ¿por qué quieren a Selina? El dolor era insoportable... no puedo dejar que le hagan eso a ella, a nadie...
Me levanté de la bañera, dispuesto a irme.
-Elaine, por favor ayudame a vestirme, tengo que salir.
-¿eh?, s... sí... ¿pasa algo? - me preguntó Elaine alarmada mientras me ayudaba con la ropa.
-Todavía no, y espero poder impedirlo…
Me apuré a vestirme y salí lo más velozmente que pude. Llamé a Withewing y mientras subía a mi caballo le pedí que buscara a Selina. Nos alejamos de Trono, a galope tendido, sabía que Withewing iba más lento de lo que podía para que yo pudiera seguirlo.
No pasó mucho hasta que a la distancia vi el humo que salía de un fuego y dos personas comiendo al costado del camino.
Cuando Selina me vio llegar se paró y me saludó y tomó las riendas de mi caballo.
-¡Ser Frank! - me saludó Ser William bastante animado -¿qué lo trae por aquí?
Selina se quedó callada acariciando al caballo esperando mis palabras.
-Buenas noches Ser William, buenas noches Selina. Digamos que me trajo un sueño…- le respondí con una media sonrisa- Disculpen la interrupción pero necesito hablar con Selina un momento.
-Sí, claro, los dejaré a solas - dijo alejándose, cuando se giró palmeó a Selina en la cola intentando que no me diera cuenta. Selina saltó por la sorpresa pero no le dijo nada.
Yo estaba demasiado preocupado por lo demás como para darle importancia a eso.
-¿Qué pasa Frank?, ¿necesitás algo? - me sonrió.
-Voy a ser breve. Hoy en la batalla, el líder del ejército enemigo fue directo hacia vos, y eso me pareció raro, porque lo lógico hubiera sido que fuera contra mi primo que era el que estaba liderando el ataque… así que creo que vos tenés algo que ellos quieren ¿encontraste algún objeto en el Altar que pudieran querer? Puede ser cualquier cosa.
-No... en el altar solo estaba lo que te mostré.... ¿qué puedo tener que esas cosas quieran?
Withewing que estaba sobre mi hombro empezó a graznar y de repente empezó a decir "Entréguenla!" "Entréguenla!"
Selina lo miró sorprendida, estaba aterrada.
Traté de tranquilizar a Withewing dándole golpecitos.
-No lo sé, no vi qué era… ¿algo nuevo que tengas, que hayas comprado o encontrado en los últimos días o desde que esas cosas están en nuestras tierras? No pasó mucho tiempo, tratá de recordar… es importante.
-Lo único que se me ocurre es esto... - y me mostró una gema azulada.
Por los siete dioses, si esa gema era el ojo que le faltaba a ese hombre no podía ser nada bueno... entonces lo que había visto iba a ser verdad en algún momento... Iban a encontrar a Selina y la iban a torturar hasta que muriera.
Le extendí la mano para que me diera la gema, pero cuando quise tomarla de su mano había una extraña resistencia que me lo impedía. Volvía ver la escena de Selina muriendo en el hielo y volví a escuchar en mi mente "por qué". Cerré los ojos como intentando alejar esa visión de mi cabeza.
-Esto no es tuyo, le pertenece a alguien más y va a venir a buscarlo.
En ese momento me di cuenta de que no iba a tener forma de agarrar la piedra yo, extrañamente ahora era parte de Selina.
-Bueno, parece que esto no va a ser tan fácil- dije sentándome en el pasto cerca del fuego- Supongo que si la querés tirar al suelo tampoco vas a poder...
Intentó tirarla pero tampoco podía hacerlo, la piedra estaba atada a ella ahora.
-¿¿q... que es esto?? - me miró, claramente empezaba a entrar en pánico y no la culpé.
-No va a servir de nada que entres en pánico, vení, sentate. No te va a pasar nada, estás conmigo.
-¿Qué es esto?, ¿¿qué esta pasando??, ¿¿¿por qué tu cuervo habla???
Selina se acercó a mí y me abrazó con fuerza, realmente estaba muy asustada.
-Ah sí… es una habilidad nueva que tiene, o eso parece…- le acaricié la espalda tranquilizándola- y no sé que es, lo vamos a tener que averiguar… eso sí, lo siento por tu noche romántica pero hasta que no puedas soltar esa piedra no me voy a separar de vos- me reí un poco, tratando de parecer lo más tranquilo que podía aunque estaba bastante alterado.
Ella no dijo más nada, solo se quedó abrazada a mí sollozando hasta quedarse dormida sobre mi hombro.

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