martes, 27 de diciembre de 2011

Breve Historia de Bandar y la Casa Blackstorm


La pareja terminó de consumar el acto. El hombre se paró y se acercó al gran ventanal de su habitación. El fuego crepitaba en la chimenea y mantenía el calor en la habitación. La mujer se salió de la cama, desnuda al igual que él.

¿Estás bien?
-Sí, amor. Acércate. Mira la ciudad. Es nuestro templo. La hemos construido desde la nada. Nos ha llevado su buen tiempo, pero ahora es un orgullo del Norte.
La mujer se abrazó fieramente a su marido. Había amor entre ellos. Se cubrieron con las pieles para tener un poco más de calor, mientras ambos contemplaban la visión de ciudad y el furioso mar.

¿Recuerdas cuando nos conocimos?
-Eramos dos niños, amor. Yo no quería tener nada que ver contigo. Había un chico en casa que me gustaba, soñaba con casarme con él.
-Yo en esos momentos miraba toda chica que pasaba con un instinto salvaje. Hasta que te vi por primera vez.
Ella sonrió.
-Cuando mis padres me dijeron que tenía que casarme contigo, no te recordaba. Sabía que habías estado un tiempo viajando y estudiando en el sur, y que participaste de la Guerra de los Nuevepeniques. Y quería estar con ese chico. El día que nos casamos, cuando nos besamos, mi primer beso, por cierto, pensé que iba a ser una esposa de relleno por el resto de mi vida.
-Amor... podría haberte tenido esa noche... Pero quería tenerte por siempre. Esa noche recuerdo cuando entraste a nuestro cuarto. Estabas cubierta solo con una piel. Te desnudaste para mí. Estabas tan nerviosa, muerta de miedo.
-¿Y qué querías? Nunca le había dado un beso a nadie, tu eras lindo pero no sabía siquiera si me ibas a gustar, pensé que iba a ser la primera noche de muchas que iba a odiar.
-Me acerqué y me puse a tus espaldas. Temblabas mucho, no recuerdo si derramaste una lágrima.
-Sí. Cuando sentí tus manos en mis espalda lloré, muy poquito. Y cuando me besaste el cuello me puse muy nerviosa.
-¿Y cuando empecé a recorrer tu espalda con mis dedos?
La chica le dedicó una mirada de bronca risueña.
-¡Fuiste un idiota! Casi me muero.
El rió
-Pero después no hice nada. Levanté la piel y te vestí. Tu cara de sorpresa era increíble. No quería tenerte así. Me tiré en la cama y me dormí. Al día siguiente recién empezamos a hablar. Quería ganarme tu corazón. Y lo hice.
-Sí. Esa noche no entendí nada. Pensé que eras de esos que les gustan los hombres. Pero cuando empezamos a hablar, cuando te conocí...
-Estuvimos un mes para desarrollar sentimientos. Te sorprendía que yo trabajara en la ciudad. Pero así funciona la Casa.
-Me ganaste cuando me enseñaste a leer y a escribir. Mi padre consideraba que las mujeres no tienen esa necesidad, que tienen que saber coser, cocinar y verse bonitas. No mucho más.
-Los primeros días estabas siempre a la defensiva, después te fuiste soltando.
-Estuviste siempre a mi lado, haciéndome sentir cómoda. Sentí que querías algo más que mi cuerpo, que lo podías tener cuando quisieras. Nos reímos mucho estudiando. Y trabajando. Hasta que te escribí mi primera frase.
-Escribiste: "Te amo". Ese fue nuestro segundo beso.

Por el ventanal, se veía la tormenta gestándose en el horizonte. Algunos barcos iban a la Isla de los Osos a comerciar con pieles por vituallas. Otros salían para vender sus productos al castillo de Bosquespeso. El primer sol de la mañana iluminaría, pero las nubes cubrirían su luz.

La chica miró a su esposo. Y le preguntó
-Cuéntame del origen de tu casa.
-Nuestra casa no es tan vieja. Tiene sus orígenes poco después de las Conquistas de Aegon. La Casa Stark tenía un grupo de artesanos que le habían sido extremadamente fieles y leales, y decidió recompesarlos con tierras. Les asignó esta zona pantanosa al oeste del Bosque de los Lobos. Quería honrarlos sin darles mucha chance a nada. Pensaba que no iban a sobrevivir al Bosque de los Lobos, que como bien sabes, es el más grande de todo Poniente, lleno de ruinas y lugares de misterio, con sus enormes pinos y sus árboles centinelas grises y verdes. Los artesanos empezaron a trabajar desde el principio, levantando rápidamente el Trono del Relámpago, que verdaderamente es nuestra fortaleza, aunque ahora se denomina así a la ciudad. De ahí empezaron a trabajar labriegos y a aprovechar los extensos recursos del bosque y la costa. Tenían agua de sobra por el río, robles, espinos y encinas en el bosque, y canteras de piedra al este en las montañas. Dice la leyenda que primero establecieron un humilde campamento, y armaron los planos de la fortaleza. Y que cuando recolectaron los materiales para empezar el trabajo, al primer martillazo que dio comienzo a la faena de levantar este hogar lo acompañó un poderoso rayo que cayó de los cielos sobre el mar. Que el estruendo que hizo fue atronador. Algunos dicen que dejó sordos a un par. La cuestión es que contabamos con la venía de los Dioses.
-¡Ay, vamos! Eso no debe ser así.
-No lo sé, posiblemente no, pero no deja de sonar agradable. ¿Te conté el porqué nuestra casa se llama Blackstorm?
-No... cuentáme.
La chica se acurrucó sobre el hombre. Ambos habían vuelto a su cama y estaban abrazados al cobijo de la cama y el fuego de la chimenea.
-Con el paso del tiempo, el mismo Stark que cedió las tierras recibió una invitación a ver el trabajo de sus fieles artesanos. Así que no tuvo más remedio que ir a visitarlos. Llegó para el mes de las grandes lluvias. La ciudad todavía no tenía el sistema de represas y trabas que impide las crecidas del río, y no era mucho más que varios campamentos dispersos de trabajo, algunas zonas de cultivo y la fortaleza. Al buen Stark lo hospedaron con toda la parafernalia que podían en Trono del Relámpago. El pobre hombre quería salir a visitar el trabajo de sus hombres, pero llovía y llovía y llovía, y parecía que el cielo nunca se iba a calmar. Dice la leyenda que un día estaba tan oscuro de los nubarrones, que parecía que era de noche. Así, el señor Stark, que no quería más que volverse a Invernalia, acuñó la frase de: "Ni esta ni ninguna tormenta negra podrá detenerme". La gente decidió escoltarlo a él y a su comitiva hasta la capital. Cuando llegaron a Invernalia, el señor Stark nos honró diciendo que eramos la casa de la Tormenta Negra, ya que nunca había visto una igual, y que nuestro deber era estar "Firmes contra la Tormenta". Adoptamos su frase como el lema de nuestra casa, pese a que los fundadores originales consideraban que nuestro lema real era y es: "El verdadero mérito radica en el trabajo".

-¡Quiero saberlo todo de nuestra casa, amor! ¡Cuentáme más!
El sonrió. Su esposa se había vuelto una devota de la casa Blackstorm.
-Hace años que consideramos que el trabajo es la única salida. La gente que no trabaja no tiene lugar aquí. Incluso a los viejos les buscamos tareas, triviales y poco agotadoras. Hemos levantado nuestra ciudad, tenemos forjas, minas de carbón, hierro y otros metales. Nuestra arquitectura es sólida y sin fisuras, como la de Invernalia. Nuestro puerto es un faro del Norte. Contamos con maestres arquitectos, herreros y artesanos. El pantano nos provee de especias y recursos no comunes. El bosque y sus secretos, sumados a las extensas plantaciones de árboles para madera y frutos secos; la pesca y las zonas de labriego. Tenemos cerdos, gallinas, cabras y ovejas. Cultivamos con la ayuda del clima y del enorme delta con el que contamos. Toda la gente tiene casa, tratamos de que no haya pobres y que los prisioneros trabajen en vez de dejarlos morir en una roca sin alma. Y cuando cumplen su servicio les ofrecemos formar parte de la ciudad. Cuando contamos con dinero, porque en general lo invertimos en cosas utiles para el desarrollo de nuestras tierras, lo invertirmos en mecenazgo de artistas y forjadores. Y la alianza con tu casa, cementada por nuestra boda, nos provee a ustedes a y nosotros defensa, seguridad y recursos para todos. Lo único malo es que nuestras tropas son jovenes, no hemos tenido ejércitos regulares porque no hemos enfrentando grandes contratiempos. Cuando mi padre y yo partimos para la Guerra de los Nuevepeniques, solo teníamos una unidad veterana. Los demás eran mayoritariamente gente que sabía pelear pero sin experiencia real. Y bueno, el comercio: nuestros productos manufacturados son la envidia del Norte. Me gustaria poner artesanos que hagan obras de prestigio, aunque todavía no podemos competir contra el fino detalle artesanal de los Lannister en el Oeste. Lo nuestro es lo sencillo, amor, útil y resistente. La gente de la Isla de los Osos nos vende muchas de sus mejores pieles y pesca por nuestro cuchillos y elementos de metal. Recibimos pedidos de todo el Norte para comprar nuestras herramientas.

-Todo esto es increíble, creo que no existe lugar así en todo Westeros. Pero basta de la casa, amor. Sé muy poco de tu vida. Ya te dije que mi vida fue muy simple, pero ¿Y la tuya?
-No es tampoco mucho misterio, pero si hay un hecho que me marcó. Cuando tenía 11 años, mi padre, mi hermano y yo estabamos en plena cacería en los bosques. Tratando de cazar un jabalí, caí desde el caballo, y el jabalí enorme cargó contra mí. Estabamos cerca de un camino, porque el animal venía escapándose constantemente de nuestra persecución. Como decía, el jabalí cargó contra mí, y pensé que moría. Un hombre saltó para protegerme, un tejedor que venía a la ciudad a trabajar. Él me corrió de la trayectoria del animal, pero se llevó el peor golpe. Murió en el acto. La bestia cayó abatida por las flechas de mi padre y mi hermano. Padre recompensó a la familia generosamente, pero ese momento me hizo darme cuenta que todos sufrimos igual. Ese chico se quedó sin su padre.

-¿Y qué pasó con esa familia?
-La familia pasó momentos difíciles. La compensación fue grande, pero no enorme. Al poco tiempo la mujer y el chico tuvieron luchar mucho para sobrevivir. Cuando volví para heredar la Casa tras la muerte de Padre, porque pasé y hubiera pasado mucho tiempo más en el Sur recorriendo ciudades y estudiando, y participé como te dije en la Guerra de los Nuevepeniques, los busqué. La madre Dorothy había sufrido muchas dificultades. Y el chico no tenía oficio. Les devolví el favor. La madre, Dorothy, ahora es la Jefa de Cocina de la Fortaleza.

-¿La cocinera gorda?
-¡Sí! Si la hubieras visto cuando la nombre. Estaba tan flaca. Y el hijo es Allister, el senescal de la casa. Era lo mínimo que podía hacer por ellos. Su padre había muerto por mí.
El sacrificio del hombre me marcó, amor. La vida solo vale si nos favorece a todos. No hay derecho a vivir una vida miserable cuando podemos vivir buenas vidas. La gloria es pasajera, las estructuras no. Una plantación de avellanos provee recursos a todos por años, la gloria de una batalla otorga recursos de saqueo al instante y un pueblo descontento, mutilados y odio por todos lados. No creo en la guerra. Y viví una para saber lo que es.
Por eso plantamos todo lo que podemos, amor. La agricultura nos provee pan, verduras y comida para nuestros animales. Tenemos molinos de agua y de viento. Sembrados de árboles. Minas. Padre nunca mejoró demasiado las cosas, pero yo puse en marcha la gran mayoría de los conocimientos del Sur. Hasta la fecha quisiera poder traer muchos maestres a la ciudad.

-¡Estuviste por todos lados!
-No, por todos lados no, pero estuve recorriendo mucho Westeros. Aprendiendo mayoritariamente. Desembarco del Rey tiene lugares hermosos, y obras de arquitectura sin comparación. Pero la gente vive hacinada y mal. Estuve un tiempo en Invernalia, estudiando con el maestre local.

-¿Y tu martillo?
-Ehhh, me cambias el tema. Bueno, ese es el martillo de la familia. Se convirtió en el arma de los líderes, aunque hubiera preferido aprender a manejar la espada.


La pareja charló unas cosas más y se fue a dormir. Previa sesión de besos y amor.
La vida de ambos continuó cuando a los meses nacieron las hermanas Aiwyn y Milwyn, las gemelas. De esto ya van cinco años, y de que la pareja se formó van seis. El hombre tiene 26 años, recién cumplidos, y la mujer tiene 21. La casa Blackstorm se ha expandido desde esos entonces: nuevas técnicas agrícolas, mejoras en las casas y en el puerto, el trabajo en las minas, las mejoras de la defensa y la seguridad, con la construcción de la Torre Lluviosa, la defensa que custodia las zonas agrícolas de la casa, y ahora el proyecto del Altar de las Tormentas en las ruinas de la casa Stonehouse, que unirá las dos casas en un bloque fuerte, además del casamiento de la pareja Blackstorm-Stonehouse.

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