jueves, 19 de enero de 2012

Pasado de Frank Blackstorm


Frank Blackstorm nació en el año 241, hijo de Lord Emerick Blackstorm y Lady Sybelle Glover.
Lord Emerick era el único hermano de Badariel Blackstorm, señor de la casa asentada en Trono del Relámpago. Siempre fue fiel a su hermano, no así a su esposa. Le gustaban el alcohol, el juego y las mujeres.
Lady Sybelle se casó por conveniencia y sin amor con Emerick a la edad de 16 años. A los diecisiete ya era madre de un varón al que llamó Frank, el nombre que había pertenecido a su abuelo.
Emerick no cuidó del niño ni de ella porque no le interesaban, la mayor parte del tiempo se la pasaba borracho en la taberna. Ella crió y cuidó sola a su hijo, hasta que Frank cumplió los seis años. Una enfermedad repentina se llevó a Sybelle y Frank se quedó solo.
Su tío estaba demasiado entusiasmado con su heredero Bandar, que en esos entonces tenía solo tres años de edad y no prestó atención a su sobrino que quedó en manos de su nana por un año, hasta que un día un hombre lo encontró entrenando solo con una espada de madera en la fortaleza de Trono. El que fue su maestro Ser Donovan Tyrell se sorprendió de que no habiendo tenido entrenamiento en las armas pudiera imitar casi a la perfección las posturas que veía que practicaban los capitanes de la fortaleza.
-¿Quién te enseñó a pelear así niño?
-Nadie, miro a los guerreros del señor Badariel.
-¿Y tu padre?
-No lo sé, una vez escuché que mamá decia que estaba en la taberna. Ella murió hace un año.
-¿No vives con tu padre?
-No, él no viene nunca, vivo con Candice, mi nana.
Ser Donovan encontró al padre de Frank borracho y abrazado a dos mujeres esa noche en la taberna y le pidió permiso para llevarse a Frank y convertirlo en un caballero.
-¿Frank? ¿quién es Frank?
-Su hijo.
-Ah si... puede hacer con él lo que quiera.
Frank se convirtió en el paje de Ser Donovan y luego en su escudero acompañándolo en la "Batalla de los Nueve Peniques". Allí conoció a Ser Manfred Swann, muy amigo de su maestro.
-¡Y él debe ser Frank!
-Es un honor conocerlo Ser Manfrend- respondió el muchacho.
-¡Mi alumno es mejor que el tuyo, ya lo verás!- rió Donovan.
-Eso lo dudo, aunque podríamos comprobarlo...
-Ey! Ser Barristan!
El joven Ser Barristan era apenas cuatro años mayor que él pero ya era caballero y todos sabían quien era en el campamento, porque les había ganado a todos los que se había enfrentado.
-Frank, hazme estar orgulloso.
Ser Barristan le arrojó una espada de madera y se puso en guardia. Frank lo estudió, estaba tranquilo, no tomaba una postura, estaba esperando que él lo atacara primero, porque también lo estaba estudiando. La tensión se sentía en el aire, Frank estaba nervioso, nunca había estado en un entrenamiento rodeado de tanta gente.
-Apuesto un venado de plata a mi alumno- dijo Ser Manfred.
-Un venado de plata por el mío- dijo Ser Donovan.
Los dos contendientes se miraron un largo rato, ninguno de los dos parecía querer moverse primero. La gente empezó a gritar y a apoyar a Ser Barristan, Frank eliminó el sonido del entorno en su cabeza, eso era lo que siempre le había dicho su maestro, en las justas podía haber mucha gente alrededor pero allí, en el campo de batalla, solo estaban él y su contrincante. Nadie más.
Cuando Ser Barristan se movió sabía lo que iba a hacer y bloqueó el golpe, casi sin problemas, el ruido de la madera contra la madera atrajo a más espectadores. La gente comenzó a gritar más fuerte, ahora había dos grupos, Frank había conseguido que muchos se pusieran de su lado. Ambos contendientes se alejaban y volvían a estudiarse y en sus rostros se reflejaba la sonrisa de un combate que pocas veces se repetía.
Estuvieron quince minutos así, chocando las espadas, estudiándose, midiéndose, hasta que Ser Barristan lo barrió luego de una finta y Frank cayó al suelo.
A Frank nunca le había gustado perder, y esa no era una opción, tenía que ganar. Rápidamente volvió a levantarse y atacó con todo lo que tenía, puso toda su fuerza en ese golpe y Barristan se preparó para bloquearlo. El golpe hizo que ambas espadas de entrenamiento se quebraran. Ambos contendientes se empezaron a reír, su público los aplaudía.
-Eres bueno Frank.
-Tengo un buen maestro.
-Vamos, te invito un jarro de cerveza.
La Guerra de los Nueve Peniques se extendió durante 5 años. Frank peleó intermitentemente al lado de su maestro todas las veces que fueron llamados en ese tiempo. La Guerra casi llegaba a su fin cuando su maestro murió víctima de una flecha que lo atravesó debajo del brazo, allí donde no lo cubría la armadura. La herida se infectó y aunque amputaron el brazo ya era tarde.
Frank se quedó sin maestro y sin padre a la edad de 18 años. Ser Barristan fue el que terminó su entrenamiento y quien lo nombró poco después caballero.

miércoles, 18 de enero de 2012

Aliados


"No somos asesinos". Eso decía el mensaje que había recibido por parte de mis más recientes aliados. Y lo que es peor, lo sabía, pero Luka me había vuelto loco los últimos días con su idea de que iban a matar a Stonehouse para que nosotros tomemos control de sus tierras ya y ellos obtengan su ansiada libertad. Y que eso me iba a poner en aprietos con Mildred porque ella iba a saber que yo tuve la culpa. Ay Luka, deberías calmar un poco tu ímpetu, nos vas a enloquecer a todos.
Por suerte las cosas marchaban como a mi me gustan: bien, con firmeza y hacia el frente. Los proyectos estaban empezando a dar frutos, Allister se había revelado como un excelente administrador -no tenía el ojo financiero de Mildred, pero no era nada despreciable-, y había conseguido unir a la red de información que tanto me estaba preocupando. Tenía finalmente tiempo para dedicarme a trabajar en Trono y avanzar con los muchos proyectos. Fue un tiempo de ardua labor: Luka planificando edificios, Shiera reclutando un cuerpo docente, Richard entrenando las levas de ciudadanos y poniendo a punto a la guarnición de Randolf y a los guardias especiales... Al que veía algo distante era a Frank. Espero que mis palabras le hayan servido de algo, me parece alguien que merece recuperar la vida que perdió, porque lo único que hace es huir de ella. Tomar un nuevo escudero y su "relación" con Selina pueden ser los alicientes que necesita.
Como decía, estoy contento. Mi hijo es hermoso y sano. Su madre se babea cada vez que lo ve reir. Las nenas lo adoran. Y yo estoy orgulloso de él. Espero que cuando le toque reemplazarme pueda mantener mi línea y seguir elevando el nivel de nuestra Casa.
Elevar el nivel de nuestra casa, ese es el objetivo. Ahora que este terminada la escuela pública, podremos generar gente culta que eleve la calidad, aparte de gente capacitada con oficios. Eso es lo que pretendo ofrecerle a los Stark si alguna vez tenemos que ir a la guerra: lo que siempre hizo nuestra casa históricamente, ser sus ingenieros y apoyo. Los baños públicos, la plaza de armas y la armería están casi listas, la ciudad tiene las defensas necesarias si algún día a un loco como Duncan (o a las siete plagas del Muro que parecen estar fijas con nosotros) nos persiguen. Tengo varias ideas para empezar a ejecutar, pero prefiero terminar Altar y organizar un ejército regular para defender nuestras tierras, con soldados profesionales. No necesitamos tanto más me dijo Richard, y creo que tiene razón. Necesitaríamos dos o tres infanterías, una caballería y barcos de guerra para sostener las rutas comerciales. He recibido propuestas comerciales de los Mormont y de la Casa Manderly para negociar con ellos, y si voy a decirles que sí, necesito algunos barcos para proteger mis costas.
Estuve pensando también en arrancar los caminos que unen mis tierras con la casa Stonehouse, sería otro gesto para mis recientes aliados. Y para mis viejos aliados. Aparte tendríamos salida rápida a Altar, qué donde va a estar estacionado el grueso de mis tropas. Los caminos que nos unen al Camino Real y a Bosquespeso están en marcha y van bastante bien. Un tercer camino haría que toda mi tierra tuviera vías rápidas de movimiento.
Últimamente estuve pensando bastante en La Sombra. Siento que esa mujer en parte es como yo, busca lo mismo y no va a dudar en usar todo su repertorio para conseguirlo. Tendré que manejarme con cuidado, ya que si son como yo, usaran todo recurso valido para cuidar a los suyos.
Por otro lado, es bueno volver a ver a todos. Siento que se está armando algo maravilloso para Poniente, el principio de un cambio que servirá para que el Norte principalmente, y luego espero que el resto del continente también, mejore en su calidad de vida, para no vivir atormentados por largos inviernos, por bandidos o por necesidades. Mi sueño es dejar un legado como lo hicieron Aegon o Brandon el Constructor. Y para eso los necesito a todos. Trabajando. Igualmente, sé que mis enemigos complotan a mis espaldas, esperando el momento. Y para ellos también tengo que estar listo. Necesito ser más fuerte que nunca. Como dice el viejo dicho de los Braavosi: "El hombre que teme la derrota ya ha sido derrotado. El miedo hiere más que las espadas."

Tareas


Bandar se encontraba en su despacho revisando papeles, planos, y de más cosas cuando Richard llamo a la puerta.

La vos de su hermano Bandar no se hizo esperar:

–Pase… (Al abrirse la puerta la figura de Richard se hizo visible, la mirada de Bandar era la de preocupación por los recientes acontecimientos).

–Disculpa me hermano, ¿me mandaste llamar?

–Toma asiento. (Extendió su brazo señalando una silla frente a su escritorio de madera finamente labrado).

El habiente estaba tenso ninguno se animo a romper el silencio Richard no se había terminado de acomodar en la silla cuando Bandar tomo la iniciativa y comienzo la charla:

–Richard... hermano. Me alegra ver que decidiste ver a tu hijo. Ahora bien, ¿No vas hablar nunca más con tu ex esposa? Porque es dama de mi corte, mis hijas la aman y mi esposa la tiene en altísima estima. No voy a echarla solo por ser tu ex mujer, eh. ¿Te interesa el nene?

Un silencio se hizo presente Richard sentía que las emociones arremetían en su pecho como explicar a su hermano lo que el sentía por su hijo y su ex mujer.

–Bandar tu más que yo sabes que amo a mi hijo y a mi ex esposa más que a nada en este mundo, han pasado cosas que me alejaron de ella, cosas que jamás creí posible, pero el amor que yo siento por ella continua vivo en mi y espero que ella vuelva a amarme como era antes pero lo dudo, al ver el rostro de mi hijo reviví en mi viejos y olvidados recuerdos, de mi infancia...(su mirada se perdía en los recuerdos).
Mucho me temo que la he perdido, ella ya no me ama como yo la amo espero no perder a mi hijo.

–Eso parece ser evidente, pero tus respuestas no están a la par de lo que haces con ella. No le hablaste y no le preguntaste nada de tu hijo el cual no viste en meses.
Así que me tengo que preguntar si me estas mintiendo o eres un idiota…

La mirada de Bandar se torno expectante a la respuesta de su hermano, nuevamente el silencio la boca seca de Richard un suspiro rompió el silencio, y las palabras brotaron de la boca de el como el susurro del viento.

–Es muy difícil esta situaciones, y más ver a los dos, fue muy fuerte... Veras que nunca me destaque por mis elocuencia, y creo que mis años al servicio de nuestro padre y tuyo jamás he faltado a la verdad y mucho menos a ti, me extraña que lo digas.
No soy muy hábil en esta situación como en el campo de batalla. Todo esto es muy nuevo para mí, no logro acomodar mi mente.
(La angustia lo envolvía, Richard veía el fracaso en su vida, y el no hacia nada para evitar esa situación).

–Lo noto, no obstante... te llamaste a silencio con ella. No esperes que ella sienta o vaya a sentir algo por vos. A mis ojos fuiste un cobarde. No dudo de tu habilidad en el campo de batalla, ni de tu capacidad como táctico, pero en la vida estas fallando miserablemente. No importa, respeto tu decisión por ser mi hermano, pero no voy a permitirte molestar ni un poquito a Mailen, espero te quede claro.
–Pasemos a otros temas Quiero que te dediques a entrenar las levas ciudadanas, son pocos entrenamientos, pero necesito que los coordines para que actúen como una unidad, y que les enseñes combate básico por otra parte que me cerciores el estado de la guardia especiales. Necesito saber qué tan bien entrenados están y qué tan bien preparados.

–Si señor.

–Además, me gustaría que te pongas con Luka para que traten de averiguar los asuntos de los espectros. Podes tomar soldados de la guardia y llevarlos, no sé que tan disponible está Luka, pero utilízalo como asistencia en el tiempo que él pueda proveerte.
–Tienes mucho trabajo para hacer. ¿Algo más? Que quieras decirme…

–Con respecto a la capacitación de levas me hará falta un sector especializado para dicho entrenamiento.

–Ya está en trabajo, en breve estará listo.

–Excelente, con respecto al estado de la guardia especial te traeré un informe detallado en cuanto me sea posible si mi Señor no tiene mas nada que quiera discutir me retirare a realizar mis tareas.

Richard se levanta y saluda a Bandar y al momento de irse el lo para:

–Un momento.... me alegra verte de vuelta, hermano. Y espero que entiendas que todo esto lo hago por tu bien, porque te aprecio genuinamente. Ya sabes que a mi no me importa que seas hijo de otra mujer, eres mi hermano a los hechos. Y que de verdad no podes tenerle miedo a una niña dulce y su bebe cuando te enfrentaste con criaturas capaz de destruir tu alma para siempre. Ahora sí, ve a trabajar y deja de perder el tiempo en mi despacho.

Una sonrisa se dibujo en el rostro de Bandar la alegría se hacia presente todo lo que lo preocupo ahora había quedado atrás, todo aquello que el sentía por su hermano se hacia presente el temor de enterrar a su sangre y despedirlo para siempre se había quedado atrás, el había vuelto Richard no era fácil de matar. Eso sintió Richard al ver la mirada y el rostro a su hermano Bandar.

Hogar



"Va a ser un caballero como su padre"
"No, va a ser una niña y va a aprender a bordar y a zurcir como su madre"
Le acaricié la panza mientras la miraba a esos ojos color mar en los que podía hundirme, me daba mucha paz estar con ella.
"Va a ganar todas las justas como su padre"
Ella se rió.
"No voy a poder ganarte, así que espero que sea un niño para que puedas cumplir tu sueño de enseñarle a ser caballero".
"Bueno, si es una niña también le voy a enseñar a pelear".
"¿A una niña?"
"Claro, tendrá que saber defenderse, y ganarle a los hombres"
"Frank, si es una niña se va a tener que comportar como una señorita, ¡no vas a poder dejarla enfrentarse a los hombres!"
"¿Por qué no? Va a ser tan buena como su padre, ya lo vas a ver..."


-Vamos Anthony, te voy a enseñar a armar una tienda.
Él me siguió y Selina vino con nosotros. Empezar a armar la tienda entre los tres fue una experiencia difícil para mí. Creo que Selina se dio cuenta porque cuando vio que me puse mal siguió ella explicándole a Anthony como hacerlo.
No fue mucho tiempo el que estuve así, pero me costó bastante recuperarme... Estar así con ellos tres, como una familia, algo que siempre había querido tener... lo que el destino me había quitado y lo que yo mismo después me había impedido tener...
Cuando Luka me dijo que me iba a diseñar una casa enorme le dije que no era necesario que con una pequeña casa allí para mí era suficiente... pero él dijo que yo era un noble y que no me iba a dejar vivir en una choza. Me diseñó una casa que medía unos cien metros cuadrados, utilizando el mismo modelo que había hecho para el resto de las casas del pueblo en Altar.

Calculé que construirla me iba a llevar unos seis meses y me puse a trabajar cuanto antes. Anthony me ayudaba a subir los materiales hasta la plataforma del Jardín, así entrenábamos todas las mañanas, subiendo maderas, piedras, herramientas. Selina muchas veces se quedaba mirándonos trabajar. Un día me dijo:
-Creo que voy a tener que empezar a pensar en construir mi casa.
-¿Construir tu casa? ¿No vas a vivir con nosotros? Luka diagramó una casa enorme.
-Pero... ¿no voy a molestar...?
-¿Molestar? Hace prácticamente un año que vivís conmigo en una tienda, ¿y ahora que estoy construyendo una casa te querés ir?
-No, no me quiero ir...... no me quiero ir
-Entonces no te vayas
Ella se quedó sin palabras y noté que su cara estaba toda colorada, me dio mucha ternura así que dejé lo que estaba haciendo para ir a besarla. Ella me abrazó muy fuerte.
-Pero mirá que no voy a cocinar- dijo y se rió y yo me reí con ella.
-No importa, yo sé cocinar y Anthony también sabe, harás otras tareas.
-No me voy a quejar si me traés el desayuno
-Algunos días podría hacerlo.
Sabía que no solo estaba construyendo una casa, sino que estaba construyendo un hogar... y realmente quería que Selina se quedara y viviera con nosotros.

*****

La construcción iba muy bien, quizás incluso la terminara antes de lo que pensaba.
-Maestro Frank, ¿por qué tiene marcas en la espalda?
Las marcas eran de las uñas de Selina que la noche anterior la había pasado bastante bien conmigo, tanto que me había rasguñado como ya había hecho otras veces... Éramos bastante discretos por las noches pero aún así el niño era bastante observador...
-¿Hay que arreglar su cama?
-No, no hay que arreglar mi cama, está bien.
Me miró con esos ojazos que podían derretir un alma de hielo y me dijo:
-Bueno.
Justo cuando creí que dar información a medias funcionaba y había girado para retomar la construcción él me dijo:
-Entonces ¿cómo se lastimó la espalda?
Eso no iba a ser tan fácil...
-No todas las heridas son por algo malo, ya lo vas a entender cuando seas mayor- y le acaricié la cabeza.
-¡Pero ya soy grande! ¡soy un paje!
Me reí.
-Cuando seas escudero te lo voy a contar
-aahhh ¿Selina va a vivir con nosotros?
-Sí, ¿te gusta vivir con ella?
Selina prácticamente vivía con nosotros, bajaba al pueblo pero siempre volvía para comer o para dormir, prácticamente estaba viviendo arriba de la montaña con nosotros.
-¡Sí! es divertida, aunque algo rara.
-¿Rara? ¿Por qué?
-No sé...- dijo poniéndose colorado.
-Parece que sí sabés y no lo querés contar...
Me miró como preguntándome cómo había hecho para saberlo.
-Podés confiar en mí, no le voy a decir- le sonreí.
-No sé... la vi muy cariñosa y pegada, y dando besos- y puso cara de asco.
-¿A quién?
-Con una chica abajo en el pueblo, le tenés que decir que eso no se hace- dijo cruzándose de brazos.
Yo no podía más y me empecé a reír.
-Sí, me parece que la voy a retar...
Me acordé cuando Selina había salido de la posada fantasma con la asistente de Luka... me lo había perdido por su culpa... en fin, parece que él sentía algo por esa chica así que era mejor dejar las cosas así, además ya bastante tenía con que no se acordara de él.
-Sí, está bien, cuando alguien hace algo malo hay que retarlo, es lo que hace el señor Bandar me contó Derreck.
-¿Qué más te contó Derreck del señor Bandar?
-Me contó que es un gran señor, que vive en Trono, dónde mi papá y mamá vivían, un hombre justo que le perdonó la vida y le dió trabajo... pero no sé... yo cuando lo vi me dijo que me iba a quedar sin piernas... y que me iban a poner ganchos en la manos para que me arrastre por el piso...
Yo me empecé a reír, Bandar siempre hacía esas bromas y lo mejor es que era bastante convincente y le terminaban creyendo, el pobre chico ya había tomado por cierto todo lo que le había dicho.
-y, y, y...
-Eso que te dijo era una broma, al señor Bandar le gusta contar bromas
-No sé sonaba a verdad…- se puso en cuclillas y puso su cara entre las rodillas, se abrazó las piernas como protegiéndolas- soñé que me tenía que arrastrar por el piso... y comer bichos
Me arrodillé adelante de él y le puse la mano sobre la pequeña cabecita.
-y, y, y que me arrastraba desde la ciudad esa hasta Altar y Derreck me decía que no quería un aprendiz sin manos...
-Eso no va a pasar, fue solo una pesadilla- dije acariciándole la cabeza -el señor Bandar solo quería probar si podías ser valiente, no era verdad lo que dijo.
-No sé... busqué a ese Kevan y no estaba en ningún lado...
-No estaba porque se había ido de la ciudad, fue a ofrecer una dote para prometerse a una señorita.
Me miró los brazos y las piernas como cerciorándose de que no me faltaba nada.
-Mis brazos y piernas están bien, creo que es la mejor prueba para afirmar que el señor Bandar no hace nada de eso con sus caballeros.
Anthony se me sujetó al brazo.
-Confiá en mí, no voy a dejar que te pase nada.
Esperé un rato hasta que se calmara y después le dije:
-¿Volvemos al trabajo? Cuanto antes volvamos, antes va a estar construida nuestra casa
-Está bien...
Una vez que empezamos a trabajar nuevamente él me preguntó:
-Maestro ¿Selina va a cocinar y limpiar?, no creo que le guste...
-Cocinar no le gusta, pero algo va a tener que hacer... ¿conocés el segundo lema de la casa Blackstorm?
-¿El segundo lema?, "¿comprendo?"
Parece que decíamos mucho esa palabra y el chico creyó que era un lema.
-Tenemos un segundo lema de la casa "El verdadero mérito radica en el trabajo". Yo soy un Blackstorm así que los que vivan en mi casa tendrán que respetar ambos lemas
-Ahhh ¿pero le va a gustar pasar de trabajar en el bosque a servir en una casa?
-Selina es un alma libre, seguramente no venga siempre, pero tendrá que ayudar cuando esté aquí, además ahora es la responsable de la unidad de exploradores, así que seguramente esté yendo y viniendo. Igualmente al ser una casa tan grande tendremos que pedir ayuda a algunas personas que quieran trabajar aquí...
-ahhhhhh ¿Selina es tu exploradora no? todos los caballeros tienen que tener esas cosas.
-Selina es la exploradora de la casa Blackstorm- le expliqué- Ahora lidera a cien hombres.
Anthony no parecía entender del todo. Justo en ese momento llegó Selina con una cierva a los hombros.
-Tiene que organizar a los exploradores que recorrerán todas nuestras tierras- le expliqué.
-Pero ¿por qué vive con nosotros?
-Porque cuando los hombres que tiene a sus órdenes la quieran encontrar ella va a tener que estar en algún lado, y eligió estar aquí
Selina que se acercó donde estaba la tienda se puso a preparar el fuego y después empezó a carnear a la cierva.
Seguimos trabajando en la construcción hasta que escuchamos que nos llamaba:
-¡¡A COMER!!
Dejé las herramientas a un lado y le dije a Anthony:
-Vamos, tengo bastante hambre.
Fui a lavarme las manos y la cara al barril de agua y me tiré agua en el pelo. Me senté cerca del fuego, sentía el viento helado en mi cabeza.
Selina empezó a cortar la carne y dijo:
-Espero que estén hambrientos, preparé mucho
-Estoy bastante hambriento
Selina empezó a tararear una canción mientras trabajaba:

"¿Has visto el venado blanco?
El que lo vea será bendecido.
En un granero desconocido, de una estrella distante.
¿Has visto el venado blanco?
El que lo ve vivirá mucho tiempo en el Principado
de Arianrhod bebiendo aguamiel y probando frutos de plata."


No conocía la canción...
Selina me sirvió una generosa porción acompañada de algunas frutas.
-Gracias. Linda canción.
Ella me sonrió y me besó en los labios. Anthony volvió a poner la misma cara de asco que antes y me dio gracia.
-¿De dónde es la canción? no la conocía…
-Me la enseñó uno de los nuevos exploradores, es una leyenda de su aldea.
Por un momento eso que dijo me molestó... ¿Me había puesto celoso? Ella no se dio cuenta porque justo en ese momento se estaba sirviendo carne para ella. Para disimularlo me puse a tararear una canción de viaje. Ella sonreía mientras me escuchaba y después se sentó al lado mío.
-¿Trabajaron mucho?
-Sí, todo el día, nos va a llevar alrededor de seis meses la construcción. Anthony se va a volver fuerte al cargar las cosas hasta acá.
Refunfuñó un poco pero después sonrió.
-Ya extrañaba este bosque, tiene buenas presas.
-Me gusta mucho este lugar, había pensando en construir una casa para Bandar cuando viniera con las niñas, jamás creí que iba a ser mi propia casa...
-¿Por qué el cambio?- me preguntó Anthony. Le encantaba preguntar "por qué" para todo.
-Porque quiero cambiar algunas cosas de mi vida, y también porque desde que estuve acá me gustó la vista, me hace sentir mucha paz...
Selina se levantó y le limpió la cara a Anthony que la tenía toda manchada, otra vez esas escenas familiares me ponían algo triste, nostálgico... no podía evitar pensar en cómo hubieran sido esos diez años si Lythene y mi hijo no hubieran muerto... seguramente hubiera sido algo como esto...
Ahora que estaba anocheciendo se veían perfectas las casas iluminadas abajo en el valle. Me gustaba mucho ese lugar...
Sentí la mano de Selina limpiándome la cara a mí y me miró a los ojos. Yo le sonreí.
-Me gusta cómo se ven las luces abajo
-¿Te gusta mirar desde lejos, no?
-Me gusta, sí. Recuerdo cuando estuve por primera vez en Altar, los trabajos van muy bien, este lugar ya es un pueblo.
-Y yo me acuerdo la primera vez que dormimos acá, y tus borracheras... y que entonces ponías esos ojos...
-Supongo que son estos mismos- sonreí algo triste.
-Sí...
No dijo más nada, se acurrucó junto a mis rodillas para luego servirme vino.
-Hoy no voy a tomar- le dije y continué comiendo mi pedazo de carne.
Ella me miró sorprendida y apuró el jarro antes de que cambiara de opinión.
Anthony fue el primero en terminar y decir:
-¡¡¡MAS!!!
-Bueno, bueno
Selina se levantó y le sirvió más.
-Pero no va a haber más eh...
Anthony agarró el último pedazo como si fuera un tesoro y Selina se puso a terminar su parte, no iba ni por la mitad de lo que se había servido así que cuando terminé me levanté a servirme más.
-Frank
-Sí
-Sentado
Ella se levantó pero ambos estábamos igual de cerca así que me apuré para ganarle y llegar primero. Sabía que ella era más rápido pero igual gané porque ella me dejó.
-Así no es divertido...- me quejé.
-¿Que hacen?- nos preguntó Anthony.
Selina se rió.
-Bueno, entonces la próxima seguro gano.
Anthony tenía cara de no entender qué estaba pasando.
-Estábamos compitiendo para ver quien llegaba primero, pero me dejó ganar...
-ah...
Selina se apresuró a comer y me miró. Esperé a que amagara a levantarse y dije:
-Anthony también participa esta vez
-¿¿Eh??
Selina se apuró a llegar primero y yo le dije a Anthony:
-Si querés más comida corré
Anthony tardó en reaccionar pero yo la frené a Selina antes de que llegue agarrándola de la cintura, ella me agarró de más abajo y empezamos a forcejear hasta quedar los dos tirados en el suelo.
Anthony nos acercó la comida mientras estábamos en el suelo. Me empecé a reír.
-Gracias Anthony, sabía que íbamos a ganar esta vez. Somos un buen equipo.
-Eso es trampa- dijo ella quejándose. Cuando se levantó me dio un pequeño golpe en el estómago con la rodilla. No estaba enojada pero estaba clarísimo que no le gustaba perder.
-Claro que no es trampa, estamos usando nuestros recursos.
Me acerqué a ella y la besé, Anthony ya no ponía cara de asco cuando nos veía besarnos pero nos miraba raro. Pensé que seguramente pensaba que éramos unos tontos y eso por alguna razón me alegró.
Me senté en el piso y agarré un pedazo de comida de la que había traído Anthony y le dejé a él el resto.
En ese momento un viento frío se levantó y me arrebujé en la capa. Estábamos en pleno invierno y arriba la temperatura era más baja que en el valle. Le había dado muchas pieles a Anthony para que no tuviera frío a la noche. Él no se había quejado pero decidí preguntarle.
-¿Tenés frío a la noche Anthony?
-Un poco, es raro dormir solo
Esperaba que Selina no me odiara por lo que iba a decir...
-¿Querés dormir esta noche en nuestra tienda?
-siiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!
-Pero primero vas a tener que lavarte esas manos y esa cara.
-bueno!!!
Lo levanté y lo llevé al cubo de agua, él me abrazó ensuciándome el pelo y la cara. Selina se reía a más no poder, sabía que no me gustaba estar sucio.
Anthony se lavó y se mojó tanto que empezó a tiritar por el frío. Se acercó al fuego y yo le puse una capa más y lo rodeé con mi brazo para darle calor.
-Es duro el invierno acá arriba, pero cuando tengamos la casa terminada ya no vamos a tener tanto frío.
-¿Solo unos meses más, no?
-Sí, y cuando terminemos vas a tener tu propia habitación con una chimenea muy grande.
-¿Y Selina también va a tener su habitación?
-No, ella va a dormir en mi habitación.
Anthony y Selina me miraron sorprendidos.
-¿¿Y eso está bien??
-Si ella está de acuerdo está bien.
-Por supuesto- dijo algo tímida.
-Entonces.... ¿entonces es lady Selina?
Pensé en cuál era la mejor forma de responder a esa pregunta...
-Selina y yo no estamos casados pero nos gusta estar juntos
-¿y eso está bien?
-Si ambos están de acuerdo sí
-ahhhh
-Thony, tenés mucho que aprender de Ser Frank, así que presta atención.
-ssiiiiii!!
Me reí con ganas, ella aprovechando que estaba más cerca me besó.
-¿Alguna otra pregunta más antes de irse a dormir?- le pregunté.
-No.... ¡pero quiero un cuento!
-¿Un cuento? que podría ser...
-Voy a preparar la tienda- dijo Selina y se alejó un poco.
-Te voy a contar la historia de "Hielo".
-uhhh ¡quiero quiero!
-Hielo era una mujer muy hermosa, vivía muy al norte, entre las montañas y su cabaña se encontraba a los pies de un lago. El lugar era muy hermoso y daba mucha paz estar ahí. Muchos quisieron buscarla, pero no la encontraron, había un solo camino para llegar hasta su casa y no era fácil de encontrar. Pero un día, un hombre, que estaba herido porque había caído víctima de unos bandidos, logró encontrarlo y llegar hasta ella. Estaba muy herido y a punto de morir, pero ella lo llevó hasta su cabaña y lo curó. El hombre era un caballero, tenía un león en el peto de su armadura.
-Si era difícil llegar, ¿porque vivía ahí?
-Porque ahí nació, ella era hija de la Nieve y la Montaña
Había algunas cosas de la leyenda que no me gustaban, así que decidí inventar mi propia versión.
-Ahhh ¿por eso Hielo?
-Claro. El caballero se quedó allí un tiempo viviendo con ella y se enamoraron.
-¿Cómo se llamaba el caballero?
-El caballero se llamaba Ser Lion por eso usaba ese emblema en su armadura. Era el emblema de su casa.
-ahhh ¿¿era un Lannister??
-No, no era un Lannister, esta historia es de hace mucho. Él le dijo que tenía que volver, porque su padre, sus hermanos, hermanas y amigos lo estaban esperando. Pero Hielo le dijo que ella no se podía ir de allí porque era hija de la Nieve y la Montaña y si se iba de ese lugar iba a morir.
-Pobre...
-Entonces Ser Lion tuvo que tomar una decisión muy difícil, porque tenía el honor de volver junto a su padre y sus hermanos porque él iba a ser el heredero de su casa, y sabía que si no volvía todos lo iban a extrañar. Entonces tuvo que tomar una decisión, no era una decisión fácil... Pero eligió volver con su familia.
Era una buena explicación, según la leyenda verdadera él se había ido por razones políticas, pero ¿y si no se había ido porque no la amara sino porque tenía un gran deber con su familia? Quizás Hielo nunca lo supo, y él no se quedó con ella no porque no la amara sino porque no pudo hacerlo.
-¿¿Y la dejo sola??
-Sí, la dejó
-¡Eso no se hace! ¡los caballeros tienen que cuidar a las mujeres!
-Hielo trató de seguirlo, pero cuando se alejó de su casa empezó a sentirse mal, estaba muy cansada y sobre todo se sentía muy sola. Claro, es uno de los principios de un caballero cuidar a las mujeres, y Ser Lion se dio cuenta de que estaba rompiendo ese principio y decidió regresar, pero cuando lo hizo ya era demasiado tarde...
-Pobre Hielo....
-Hielo había muerto, y a su lado encontró dos piedras azules que se habían formado de sus lágrimas. Ser Lion se puso muy triste porque sabía que había sido su culpa lo que pasó y volvió a la casa de Hielo y la sepultó junto a su casa.
Me pregunté quién había sido el que había sepultado a Hielo en la leyenda...
-Cuando Ser Lion regresó a su casa ya nada era lo mismo, extrañamente se sentía diferente, ya no le importaba nada, ni su familia, ni sus amigos, ni su pueblo. Algunos dijeron que había perdido su corazón.
-ah
-Cuando murió, muchos años después en una guerra que él inició contra sus vecinos solo pidió que lo enterraran con las dos piedras azules que había encontrado en su viaje.
-¿Todo por querer volver a casa?
-Sí, si bien era noble por su parte querer cumplir con su familia traicionó a su propio corazón para hacerlo, por eso su corazón se quedó en esa cabaña junto a Hielo y no volvió con él. Por eso murió en la guerra que él mismo había provocado.
Anthony parecía algo triste, así que decidí darle un giro más ameno a la historia.
-Se dice que mucho tiempo después, dos niñas, dos hermanas encontraron las dos piedras que habían nacido de las lágrimas de hielo y las llevaron con ellas hasta su muerte, esas piedras ahora pasan de generación en generación, de una niña a otra en su familia. También se dice que parte del corazón de Ser Lion yace en esas piedras y por eso tanto las dos niñas que las encontraron como sus hijas y sus nietas y sus tataranietas vivieron felices porque esas piedras traen felicidad a quienes la portan.
-¿¿¿Encuentran a su amor verdadero??? ¿¿como Hielo y Lion??
-Sí, porque las lágrimas nacieron del amor que Hielo le tenía
-ahhhh
-Bueno, y ya es tiempo de irse a dormir
-¿y cómo se llamaban las hijas?
Mientras inventaba nombres de las abuelas, las hijas y las nietas se fue quedando dormido. Lo levanté despacio para que no se despertara y lo llevé a la tienda. Lo cubrí con las pieles de la cama para que no tuviera frío y salí. El viento afuera estaba helado, recién ahora me daba cuenta.
Me quedé mirando las casas de abajo, ahora que era totalmente de noche se veían mucho mejor los puntos de luz abajo en el valle. Sentí que Selina me abrazaba por detrás.
-Esto no va a ser fácil...
-¿Qué cosa?
Puse mis brazos arriba de los de ella mientras una vez más el recuerdo de Lythene volvía a mí y se me llenaban los ojos de lágrimas. Estaban frías, como el viento que venía del valle.
Selina me abrazó con fuerza y puso su cara contra la mía.
-¿Puedo hacer algo...?- El tono de su voz estaba cargado de culpa.
-No es tu culpa, tengo que pasar por esto, o nunca lo voy a superar. No creas que no me gusta.
-Pero no quiero que sufras solo...
-No estoy solo, ahí adentro hay un niño que hace muchas preguntas y acá afuera hay una mujer que me está abrazando, eso no es estar solo para mí.
Ella se quedó abrazada a mí en silencio, se notaba que no sabía bien qué hacer. Lo que no sabía era que a mí con eso ya me bastaba.
-Hay noches en que me lo ponés difícil...
-¿Preferís verme borracho?- dije mientras le acariciaba la cara.
-No, prefiero verte con una sonrisa, prefiero tenerte abrazado, y prefiero..... prefiero tantas cosas...
-¿Cómo qué? ¿Qué preferís?
-Que no pasaras por esto por mi culpa....
-¿Por qué siempre te tenés que culpar por todo? Esto no es tu culpa, es lo que yo quiero.
-Esto pasa desde que yo agarré la piedra... desde entonces te pones así... ¿cómo no queres que me culpe...?
-¿Confías en mí?
-Sabes que sí...
-Entonces confiá en mí cuando te digo que no es tu culpa.
Le dije y la besé despacio. Hacía mucho tiempo que no daba un beso así.
-¿Entonces me puedo quedar con vos...?
-Esta casa es muy grande para mí solo.
-Tonto- y me pegó en el pecho pero sin fuerza- Sabés a lo que me refiero...
-¿A qué te referís? Decimelo
-Ya sabes.. vos y yo... juntos... no como antes... sino juntos juntos...
No dije nada para darle un poco más de tiempo, quería que me lo dijera.
-Como vos... y yo... Frank y Selina... ya sabes.
Cada vez se ponía más colorada y eso me daba mucha ternura. Le acaricié la cara y esperé a que me lo dijera.
-¿Somos pareja...?
La había visto hacer cosas en la cama que hubieran puesto colorada a cualquiera de las chicas de Patrick sin que se le mueva un pelo, y sin embargo ahora le costaba decirme algo tan simple.
-Hace un año ya que somos pareja.
-Pensé que era una de tus amigas...
-No hago a mis amigas las cosas que te hago a vos- le dije y me reí.
Me volvió a pegar en el pecho, un poco más fuerte ahora, y se le escaparon las lágrimas.
Le sequé las lágrimas con mis dedos.
-No llores...
Y le di otro beso, suave, tierno... esos besos que pensé que había olvidado cómo se daban. Y sabía que con ese beso por fin había decidido mi camino.
Le di besos en las mejillas para secarle las lágrimas y ella me volvió a besar para después descansar su cabeza sobre mi hombro. Le acaricié el pelo y le pregunté:
-¿Estás bien?
-Sí... mejor que nunca.
Nos quedamos afuera abrazados así un rato y después entramos a la tienda. Anthony dormía y se había desparramado debajo de las mantas así que nos acomodamos dejándolo a él en el medio de los dos.

viernes, 13 de enero de 2012

Fuego en invierno


El viaje hacia tierras de Stonehouse parecía tranquilo hasta que nos atacaron sorpresivamente unos bandidos. Solo algunas flechas fueron suficientes para inutilizar a un guardia y a la asistente de Luka. Tuvimos que hacernos cargo de ellos, gracias a los dioses no eran muchos. Habían usado muñecos para parecer más de los que eran.
Por suerte pude asistir a Richard que tenía herido un brazo y al guardia, pero la asistente de Luka iba a llevar más tiempo, iba a tener que descansar porque se había golpeado la cabeza y había quedado inconsciente.
Lo más extraño fueron dos mensajes en código que encontró Richard en el cadaver que habíamos visto antes del ataque.
Cuando llegamos el señor Stonehouse nos recibió amablemente, si bien de modales parcos no puedo quejarme de su hospitalidad. Creo que lo que dicen de él no es cierto, claramente los rumores los desparramó él para que la gente le temiera. Lo que no me gustó para nada fue cómo se manejaban allí, no había tabernas, cuando los hombres querían estar con una mujer tomaban a cualquier sirvienta, incluso en contra de su voluntad... una taberna aquí ahorraría muchas cosas.
La torre es bastante oscura para mi gusto, quisiera irme rápido pero Luka dice que hasta que no se despierte su asistente no puede empezar con los trabajos ¿que no es él el maestre? En fin, al menos pude jugarle una broma y terminó besando a su asistente porque le dije que se iba a despertar como en la "leyenda de la bella durmiente", ni siquiera existe esa leyenda. A Luka le falta mucho que aprender en cuestión de mujeres, o ya sabe y se hace el que no.
Me habían dado un cuarto en la torre, pero esa noche me quedé con Selina en su tienda. Al día siguiente ella iba a ir con Richard a investigar. Esperaba que pudieran hacerlo sin que Lord Stonehouse no sospechara que habíamos ido allí para eso. Le pregunté a Selina si quería preguntarle a Stonehouse sobre la piedra, no estaba muy segura y la realidad es que yo tampoco lo estoy.
Luka dijo que había visto a alguien la primera noche allí, habían golpeado su puerta y se habían ido... era extraño.
Ese día estuvimos trabajando en los mensajes en código, nos llevó muchas horas, pero entre los dos pudimos descifrar lo que decían. Había dos mensajes que encontramos nosotros y uno más que había encontrado Bandar en Trono del Relámpago que tenía el mismo tipo de escritura en símbolos.

Desde: Stonehouse
A: Los bandidos de la montaña

"O" está prisionera de Stonehouse, pero aún no fue descubierta

Desde: Blackstorm
A: Prisionera de Stonehouse

Bandar está aumentando sus tropas hay que meter gente ahí?

Desde: Prisionera de Stonehouse
A: Los bandidos de la montaña

Stonehouse está moviendo arqueros y tropas al Norte - supera por 3-1

Luka tenía razón, él había peleado y yo lo había ayudado a descifrar enigmas, algo bastante inusual, pero estos parecían ser tiempos inusuales.

*****

Pasaron dos días hasta que Selina volvió. Es gracioso, no le pregunté lo que había averiguado hasta el día siguiente. Solo la agarré de la mano y la llevé hasta el cuarto que me habían asignado en la torre. Por lo que parecía había sido hace tiempo el cuarto de Mildred.

¿Había pasado ya un año desde que me acostaba con ella? La realidad es que ya conozco bastante las cosas que le gustan y cómo es. Si bien es bastante mimosa, a la hora de la verdad le gusta tener el control. Una de las cosas que le gusta más es darme besos con vino dulce y la verdad es que a mí me gustan bastante esos jueguitos cuando no estoy ebrio. Hasta esta noche pensaba que ella se divertía más cuando estaba borracho porque podía manejarme mejor; así podía cortar el ritmo y tener más tiempo ella, no es algo que me importe, tengo todo el tiempo del mundo y sé esperar... pero ahora no estoy tan seguro que le guste más cuando estoy borracho.
Otra cosa que le gusta es tocarme el trasero en público y debo aclarar que no es tan obvia como Ser William.
Habíamos pasado noches en la bañera, otras ella se había desvestido para mí, o yo la desvestía. No me había aburrido en lo más mínimo al pasar las noches en su compañía, no sé si ella podía decir lo mismo o no, pero supongo que le gusta estar conmigo a pesar de mis noches de borrachera.
Una noche, creo que fue poco después de lo que pasó con la piedra, me dejó estar en una posición que si bien a mí me gustaba ella no me dejaba nunca usar, y como soy un caballero siempre la respeté, pero una noche sin más me dejó hacerlo. No le gustaba ningún tipo de posición donde no podía verme a la cara.
-Pensé que nunca ibas a dejarme así.
-¿Te gusta más....?
-A riesgo de no parecer un caballero debo admitir que me encanta
Ella bajó un poco la cabeza por respuesta así que frené y le dije:
-No tenemos que hacerlo así si no te gusta, no es divertido si solo yo la paso bien.
Ella tomó mi mano, se llevó un dedo a la boca y me lo mordió.
-No la estoy pasando mal, no pares que se me va...
Yo seguí y la escuché decir:
-Solo... solo que cuando es por diversión... me gusta verlo en la cara de con quien estoy.
La respuesta me desconcentró un poco y sentí que ella se tensó, se había dado cuenta. Igualmente seguí.
-¿Pasa algo...?- me dijo con tono inseguro.
-No, no pasa nada.
Me volví a concentrar en pasarla bien, pero más en que ella la pasara bien. Sabía que no iba a creerme eso, pero aún así no me dijo nada.
Esa noche la pasamos más que bien, pero ella eludía la respuesta cada vez que yo le preguntaba por qué.

Esa noche en la torre habíamos repetido la posición, sabía que ahora ella era más dócil y me dejaba hacerle cosas que antes de que fuéramos al Muro nunca me hubiera dejado, pero seguía sin saber por qué. Después del descanso necesario le acaricié la cola y llevé mi mano hasta la segunda entrada.
-¿Puedo?
-Sí... pero despacio...
Primero masajeé con el dedo y la escuché jadear. Me acomodé medio sentado contra las almohadas, la tomé de la cintura y la subí encima mío, obviamente quería verla así que la ubiqué mirando hacia mí. Ella me sonrió y me empezó a besar. Fue ella la que se acomodó sin problemas.
-Seguí vos.
Empecé con un ritmo suave y fui acelerando despacio pero ella me dijo:
-Siempre tan caballero Frank...- y empezó a subir ella la velocidad- No te contengas...- me susuró mordiéndome la oreja.
Aceleré a su órden y la escuché gemir mientras la veía disfrutar. Su cuerpo brillaba por el sudor. Le acaricié la espalda y la cola y ella me abrazó contra sus pechos que empecé a besar.
Sentí cuando me clavó las uñas en la espalda y se estremeció al llegar al orgasmo.
-Me gusta más cuando te puedo ver.
-A mí me gusta más cuando... cuando haces lo que te gusta- y después de besarme agregó arañándome la espalda- y cuando sos mío.
-Resultaste posesiva...- le dije y le comí la boca.
La acosté boca arriba en la cama y la empecé a acariciar de nuevo.
-En la cama... sí... acá sos mío Frank.
Ella me abrazó con las piernas.
-Yo puedo decir lo mismo.
Mientras hacía equilibrio por las arremetidas agarró la botella de vino y se tiró un chorro encima del ombligo que empezó a derramarse hacia su cuello y sus pechos. Cuando ya había saboreado todo el vino de su cuerpo me besó de inmediato y me dijo:
-La última gota siempre es mía.
Llegué al clímax y me acosté agotado a su lado.
Era de las pocas veces que estaba sobrio y tomaba yo la iniciativa. Ella se quedó mirándome, le brillaban los ojos.
Esa no fue la última vez de la noche, lo hicimos una vez más, esta vez yo abrazándola por atrás, no había usado esa posición hacía diez años...
Exaustos nos dormimos abrazados así.

*****

Me desperté cuando Selina se movió, estaba por amanecer, era temprano. Ella me besó y yo le seguí el beso mientras me acomodaba arriba de ella.
-¿Qué pasa Frank?
Le empecé a besar el cuello sin responder la pregunta. Ella se abrió de piernas y me rodeó.
No me gustaba mucho esa torre, no tenía demasiado que hacer, Luka dijo que iba a tardar, la cama estaba cómoda y la tenía a Selina al lado, ya iba a haber tiempo para preguntarle qué había averiguado.
Ella sin quejarse me empezó a acariciar la espalda.
-¿Te gustó lo de anoche?
-Creo que se entendió claramente que sí me gustó
-A veces sos muy callado... una chica necesita seguridad a veces...
De golpe sentí sus manos abajo, usando una mano firme y un giro de caderas me dejó a mí en su posición y recién después me soltó. La dejé que hiciera lo que quisiera mientras le seguía besando el cuello.
-¿Seguridad? ¿Que no se me nota cuando la estoy pasando bien?
-Es que hicimos muchas cosas por primera vez...- dijo empezando a besarme la cara.
-Me gusta innovar.
-Te debe costar... tenés mucha experiencia...
-Trato de que siempre sea diferente o repito lo que más me gusta.
-Perdón... me cuesta cuando no puedo mirarte a la cara...- dijo mientras me acariciaba el pecho.
-¿Por qué?
-No quiero aburrirte con mi pasado...- casi me pareció que iba a decir otra palabra en lugar de "aburrirte".
-Yo ya te aburrí a vos, así que podrías
-Vos nunca me aburris- me dijo acariciándome la cara- desde nena que estoy sola... ¿sabes? mis papás murieron en el pantano cuando era muy chiquita.
-Debe haber sido muy duro- dije acariciándole la espalda.
-Sí... fue muy difícil... al principio pensé que me iba a morir... me costó mucho llegar hasta trono... pensaba que ahí alguien me iba a adoptar... o que iba a conseguir un lugar donde vivir... era una nena tonta...
-Supongo que aún gobernaba mi tío. Eran otros tiempos en el Trono.
-Me tomó mucho llegar... aprendí mucho en esa época... sobre cómo era la vida en lo salvaje y cuando finalmente llegué las cosas fueron peores... comía poco, y menos cosas calientes... y lo que no era robado...
Nos cubrí a ambos con las sábanas. Ella puso su cara entre mi hombro y mi cuello y sentí algunas lágrimas cayendo en mi hombro.
-No hay nada que no hice por comida o un lugar donde dormir...
Le acaricié el pelo, ella esperaba que yo hablara así que le sequé las lágrimas y le dije:
-No tenés que avergonzarte por eso, en mis días de tabernas conocí a muchas mujeres que no hacían lo que hacían porque les gustara. Había chicas que se ponían a llorar cuando entrábamos al cuarto, y terminaba consolándolas yo a ellas.
-Frank... te hablo de cuando... ni era mujer...
-Perdón...
-No tenes que pedir perdón...
Noté que por un momento había dudado en besarme o no, así que la besé yo.
-Viví en la calle durante mucho tiempo... hasta que un hombre me "adoptó" él me enseño a leer y a escribir, a usar bien el arco... pero como todo... tenía su precio.
-Imagino que el precio fue alto.
-A él le gustaba... como a vos. Él me llevo desde el pantano hasta Trono... cuando tenía 10 años.
-Mejor no me digas quien fue.
Si había algo que no toleraba era a los pedófilos. Ella apoyó su cabeza en mi pecho. Desde que había vuelto a estar con ella después de evadirla ya sabía que ella no estaba conmigo solo por diversión. Le dije que no quería lastimarla... pero aún así seguí adelante, ahora era muy tarde para echarse atrás. Iba a tener que lidiar con las consecuencias de mis actos, como siempre hacía.
-A mí no me molesta que estes con otras... mientras guardes un poquito de tiempo para mí, aunque no me toques... si me dejás estar cerca voy a ser feliz.
Ya lo sabía, y aún así había seguido adelante... siempre hago lo mismo, pienso en el presente y jamás en el futuro... claro, después de lo que pasó nunca lo tuve. Tardé un poco en responder, pero no demasiado.
-Bueno, desde que fuimos al muro que no estoy con otras.
Me pareció que no había entendido lo que le dije, sí noté que estaba a punto de llorar.
-Desde que te interrumpí esa noche con Ser William y fuimos al norte que no estoy con otras mujeres.
Hundió su cara en mi pecho y me dijo:
-Frank... no dejes lo que te gusta tanto por mí... no me importa... No lo...
La última palabra la dijo muy bajo pero sabía que había sido "no lo valgo" o "no lo merezco".
Cuando dijo eso le puse la mano en la barbilla y le levanté la cara para que me mirara:
-Jamás pienses que no valés o que no merecés algo, todo lo que tenés es porque te lo ganaste por vos misma. Sos la mejor en tu trabajo y mi primo te tiene en mucha estima y la confianza que te profesa no la tiene por muchas personas- noté que iba a decir algo pero le puse un dedo sobre los labios para que me dejar seguir- En cuanto a mí... si no estuve con otras mujeres este tiempo es porque no quise, creo que ya te había dicho que la paso bien con vos y me gusta estar así... Estoy tratando de cambiar algunas cosas, algunas las podré cambiar más rápido, otras van a llevar tiempo. Sé que no soy un hombre fácil de entender, pero supongo que eso ya lo sabías.
-¿Por que tenés que cambiar...? ¿es por mi culpa?...
Pareció que iba a llorar de nuevo así que le dije:
-Claro que no, es porque yo quiero hacerlo.
No parecía muy convencida, así que le seguí hablando:
-Cuando me mostraste todos los lugares de Altar, la noche que dormimos en "El Jardín" fue la primera noche en diez años que pude dormir sin estar ebrio.
Sentí que la tensión de su cuerpo se iba aflojando.
-Las tres semanas que estuviste desaparecida con William fueron las únicas que estuve en la taberna después de esa vez...
Era cierto, solo estuve en la taberna cuando ella no estuvo conmigo... No me había dado cuenta hasta ese momento.
-Estaba muy enojado porque no aparecías, y más siendo el momento en que mi primo más te necesitaba... Pero además de eso estaba preocupado. Cuando me viste salir de la taberna te iba a ir a buscar.
-¿Preocupado...? ¿Porque hiciera algo con el Glover?
-No, no por eso. Pensé que quizás te había pasado algo con esos no muertos dando vueltas.
-Esas cosas me dan miedo... pero ahora...- me besó- pero ahora vos me vas a proteger... ¿no?
-¿Te gusta que lo diga no? Ya te lo dije muchas veces, no te voy a dejar sola.
-Me da miedo.... mucho miedo... el que me abandonen...- dijo mirándome a los ojos.
-No te voy a abandonar.
-Tenía miedo... de que me dejaras despues de contarte de mi vida... que te diera as....- y no pudo terminar la palabra. POr primera vez en lugar de abrazarme a mí se abrazó ella misma.
-Jamás pensaría eso- dije abrazándola yo- No me importa tu pasado, me gusta como sos ahora, y no tendría sentido que te dejara de ver por eso- me miró medio insegura- No estoy mintiendo, si hay algo que no hago es mentir.
Ella me miró fijamente, pensé que quería buscar en mis ojos si estaba mintiendo o no, pero sin dejar de mirarme me acarició el pecho y bajó la mano. Me reí y la dejé seguir sin dejar de mirarla.
Me empezó a tocar hasta que estuve listo y en ese momento me soltó, siempre sus ojos siguieron fijos en mí.
Me incorporé, la levanté de la cama y la llevé contra la pared de la habitación. La tenía abrazada contra la pared y sin que pudiera tocar el suelo con los pies. Me rodeó el cuello con sus brazos, esperando lo que iba a hacer. La apoyé contra la pared y la agarré por las piernas para entrar de una vez.
-¿Apurado?
Me reí, ella me seguía mirando desafiante y me atrapó los brazos. Cuando dejé de mirarla para besarla me dijo:
-Perdiste.
Intentó tirarme al piso, pero no la dejé, empecé a moverme despacio al principio y después aceleré. Escuché su espalda golpear la piedra en la pequeña lucha de poder así que la trabé contra la pared para que no se lastimara y poder mover los brazos. Ella se desconcentró y logré liberarme para tomar sus brazos por encima de su cabeza y bloquearle todo movimiento.
-Perdiste.
-No... gané más de lo que merezco...- dijo y me apretó con las piernas y la cadera.
-Te dije que no pienses más así- y la besé para que no pudiera decir nada a eso.
Me concentré en que la pasara bien, ella cerró los ojos y se dejó llevar.
Cuando terminamos la levanté y la acosté sobre la cama, pero enseguida me dijo:
-No, quiero más
Se levantó y corrió uno de los tapices que tapaban las ventanas y se recostó sobre el borde de piedra dándome la espalda.
Mientras me recuperaba empecé a acariciarla en esa posición, desde los tobillos hasta el cuello, despacio. Yo iba a hacer que le gustara esa posición.
Empecé a besarle las piernas y subí por la cola.
-¿Que vas a hacer?- me preguntó intrigada al sentir los besos después de las caricias.
-¿No te gusta?
Y escuché algo que no había esperado escuchar:
-Esto.... es nuevo...
-Entonces disfrutá de tu primera vez.
Subí dándole besos en la espalda, los brazos y subí hasta el cuello. Cuando llegué ahí me agarró la cara y me besó.
-No, no te podés dar vuelta.
Y la empecé a acariciar, siempre desde atrás, la cintura, el vientre y los pechos, siempre despacio. La abracé y comencé a acariciarla entre las piernas mientras le besaba las orejas y el cuello. La escuché gemir, le estaba gustando así que seguí acariciándola mientras con la otra mano le acariciaba los pezones. No era difícil hacer que una mujer llegara al orgasmo solo usando mis manos, solo era cuestión de saber donde acariciar y cómo. Seguí acariciándola pero fui acelerando los movimientos gradualmente hasta que escuché el ahogado grito de placer.
El sol había empezado a entrar por la ventana ahora que estaba descorrido el tapiz. El pelo de Selina brillaba a su espalda, al sol parecía tener mechones rubios.

*****

-Parece que te gustó
-Me gustan muchos tus manos...- dijo todavía con la respiración agitada.
-Hace mucho que no me decían eso. Soy de manos hábiles, en todo sentido- me reí
-¿Ahora si puedo darme la vuelta?
-Podés
Se giró y me miró para luego darme un beso.
-¿Y ahora?
-Podríamos ir a desayunar... o podríamos pedir que nos traigan el desayuno acá...
Selina me abrazó y se me apoyó encima, parecía con pocas intenciones de dejarme ir.
-¿En serio te traen la comida si la pedís?
Me causó ternura la ingenuidad con la que preguntó. Estaba seguro que siempre había sido ella la que sirvió y no a la que le servían... Me reí un poco de la situación. No sé por qué recordé a mi padre, siempre le habían servido y poco conocía de viajar a la intemperie como yo. A él siempre le habían servido todo en bandeja de plata, por eso no podía comprender lo que sentían aquellos que tenía a su servicio.
-Claro, ¿querés pedir algo en especial?
-No sé... ¿que pedís en trono?
-Lo que más me gusta es el cerdo, pero a veces pido conejo o pollo. Supongo que acá no tendrán mamut...
Selina se río. Recordé que la carne del mamut que habíamos llevado a trono había durado por más de un mes... era bastante buena, quizás tuviera que ir a cazar un mamut en mejores tiempos para volver a probar esa deliciosa carne. Seguro Dorothy iba a estar de acuerdo.
Seguramente para Selina era extraño no verme con resaca por la mañana, noté que estaba observando todo lo que hacía con bastante atención.
-Bueno, voy a pedir cerdo con verduras ¿vos que querés desayunar?
-Yo con frutas estoy bien- dijo humildemente
-¿Solo eso vas a desayunar? Bueno, te convido de mi cerdo.
La solté y fui a buscar mis pantalones, no me puse nada arriba y salí al pasillo para buscar a una de las sirvientas de Stonehouse. Me encontré una muchacha bastante bonita apenas salí.
No pude evitar pensar qué diría Selina si le pedía estar con ella y otra chica más como esa linda sirvienta.


-Buenos días
-¿Sí mi señor?
-Podría pedirle por favor que lleven el desayuno a mi habitación? No estaría mal una porción de cerdo, unas verduras y algunas frutas, mejor que sean dos porciones de cerdo...
-Sí mi señor, ¿se le ofrece algo más?
-No, muchas gracias señorita
Me miró como sopesándome, admito que me faltaba la mitad de mi atuendo, pero creo que más le sorprendió que le dijera "señorita" siendo una sirvienta.
-Está bien- dijo y giró en dirección a las escaleras.
Cuando entré Selina ya estaba otra vez entre las sábanas de la cama.
-El desayuno ya esta en camino.
Ella se acomodó en la cama y me sirvió una copa de vino.
-¿No querras emborracharme no?- comenté agarrando la copa que me ofrecía.
-Es muy temprano para eso, a la noche... quizá
Me reí, tenía todas las intenciones de que fuera su juguetito, y a mí realmente no me importaba serlo.
-Bueno, podemos quedarnos acá todo el día, no tengo intenciones de salir hoy.
-Es un poco depresivo... pero si a vos te gusta está bien.
-¿Dónde me llevarías? Tenes buen gusto para elegir lugares debo admitir. No recorrí mucho los alrededores podrías llevarme.
-mmhh hay mucho bosque cerca, seguro podemos encontrar algún lugar tranquilo.
-Podemos desayunar y salir entonces ¿te parece?
-Me parece bien- me dijo con una sonrisa mientras se abrigaba con las pieles de la cama.
-O... podriamos bañarnos primero antes de salir
-Creo que nunca estuve más limpia ¿qué vas a hacer hoy?
-Que voy a hacer hoy... voy a desayunar, después voy a ir a recorrer las tierras de Stonehouse con vos, quizás volvamos para cenar, o quizás nos quedemos en el bosque... de cualquier manera voy a hacerte cosas hasta quedarme dormido.
-Me vas a matar... pero no importa- dijo entre risas.
Apoyó su cabeza en mi pecho y se acurruchó cerca mío.
-Bueno, si estás cansada simplemente podemos dormir...
Iba a decir algo más pero no lo dije. Ella se dio cuenta, era bastante perceptiva. Me miró con esos ojos curiosos...
-¿Qué pasa? ¿dije algo malo?
-Decime- y puso ese tono de nena chiquita que me gustaba bastante.
-Que sino podíamos dormir abrazados como anoche, pero vos te perdés la diversión.
-¿Te gusta dormir abrazado a mí? pensé que te molestaba...
-No suelo hacer cosas que no me gustan
Eso era un sí encubierto.
-¿Entonces te gusta? ¿no?
-Sí
Sus ojos le brillaron cuando dije eso, me sonrió feliz.
-Espero que entiendas lo que significa estar con alguien como yo...- le dije muy serio.
-¿Verte borracho, y metiéndole mano a las chicas de la taberna?
-No es por eso.
Ella no entendía lo que podía ser estar con alguien como yo... yo podía darle muchas cosas, protección, sexo, comodidades... pero jamás iba a poder darle más que eso...
Ella se acomodó en la cama estirándose, sí, era mejor que se alejara de mí... pero dijo que no iba a hacerlo, que solamente era feliz con estar cerca, eso no va a durar mucho...
Justo en ese momento tocaron la puerta y me el ruido me hizo volver a la habitación de la torre. Me levanté para abrir, dos muchachas trajeron toda la comida que había pedido.
-Muchas gracias señoritas
Me hicieron una reverencia y una de ellas me preguntó:
-¿Necesita algo más señor?
-Por el momento no, gracias
Hicieron una reverencia más y salieron, escuché que la más pequeña se reía pícara mientras cerraba la puerta tras ellas.
-Pedí dos porciones de cerdo por si cambiabas de opinión
Ella se me acercó y agarró una de las frutas, estaba tapada en las pieles solamente.
Me puse a desayunar no sin antes notar que la situación estaba algo tensa, aunque creo que el que estaba tenso era yo.
Selina terminó la fruta y agarró un racimo de uvas. Con cuidado lamió delicadamente la uva en el extremo inferior, la rodeó con los labios y la arrancó con un movimiento hacia arriba de la misma mano con la que sostenía el racimo. Repitió el proceso tres veces siempre mirándome. La cuarta la puso entre sus labios después de arrancarla pero no la comió.
Si en algún momento me pareció sentir tensión en esa habitación en ese momento se había ido por completo. Me acerqué y le saqué la uva con mi boca.
-¿Las frutas son siempre una buena opción, no?- dijo mientras comía una quinta- ¿te gustan las uvas?
-Sí, veo que a vos también- me reí.
Arrancó una uva con los dedos y la puso con cuidado en el hueco que se forma en el cuello.
-Esta forma de comer las uvas es bastante divertida- dije comiendo la uva de su cuello y luego aproveché para besárselo.
-La fruta por la mañana es lo mejor.
Seguí su juego, puso tres uvas entre sus pechos que también comí y entre cada una los besaba. Algunas las rompió sobre su vientre para que yo lamiera el jugo de allí. La última la puso en su ombligo. Era fácil saber a dónde quería llegar así que seguí donde me indicó con lo que había quedado del racimo. Por sus gemidos pude interpretar que además de mis manos ahora iba a gustarle también mi lengua.
Me acosté en la cama con los brazoas apoyados detrás de la cabeza mientras ella descansaba.
-¿Rico el desayuno, no?
-Sí, la verdad que lo disfruté, pero creo que hay alguien que lo disfrutó más.
Ella me empezó a besar y fue bajando hasta finalmente devolverme el favor.

Cuando terminé se recostó sobre mi pecho y agarró una manzana de la bandeja.
-Que bueno que pedí dos porciones de cerdo, voy a necesitar bastante energía hoy.
Ella se rió y mordió la manzana.
Nos quedamos en la torre hasta terminar el desayuno, después bajamos para salir, me subí a mi caballo y antes de que ella subiera al suyo le tendí la mano.
-Vamos en el mío.
Ella subió atrás mío y usó mi capa para cubrirse del frío. Viajamos así hasta que ella me indicó que me detuviera en el bosque. Había un lugar a cubierto, unas ruinas de piedra cerca de un lugar donde aún había flores colándose entre la nieve.
Mientras Selina se encargaba de encender un fuego y yo de armar una tienda le pregunté:
-¿Qué averiguaste sobre Stonehouse?

Tormenta

Un rayo cubrió el cielo, el Trono hacía honor a su nombre, una tempestad negra cubría el cielo una vez más, y su lluvia enlodaba los caminos de tierra y las construcciones vacías.



Entre la oscuridad solo una figura se movía, cubierta por una pesada capa y botas altas. Caminaba despacio, el lodazal no lo dejaba avanzar tan bien como quería, iba rumbo al centro.

A lo lejos el sonido de otras pisadas lo alertaron, algunos de los muchachos de Randy se acercaban, seguramente iban rumbo a un cambio de guardia.

-Espero que se apuren a terminar este camino – comento uno que iba al frente.

-Seguro cuando lo terminen nos mandan a otro puesto, así que no te hagas ilusiones – le contesto otro

-No digas eso, nos vas a traer mala suerte – lo callo otro dándole un codazo al bocón

-Déjalo, esta de mal humor porque ya se gasto casi toda la paga en lo del Tío Frank por romper una ventana

Como siempre los guardias no parecían muy preocupados, solo tuvo que esperar un rato hasta que se alejaron por el camino antes de volver a emprender viaje.

Otro rayo golpeo a lo lejos, y su luz le dejo ver su objetivo, más adelante una construcción con banderas rojas, casi arrancadas por el viento lo esperaba inmersa en la oscuridad. Sin duda iba a ser una hermosa mansión, tenía habitaciones amplias y varias chimeneas.

La figura se acerco a una de las pocas habitaciones con puerta, y golpeo, una, dos, hizo una pausa, y golpeo una tercera vez en otro sitio de la puerta. Paso un tiempo y la puerta se abrió, del otro lado, varías figuras lo esperaban.

-Ya casi estamos listos – le dijo una voz servil mientras la figura encapuchada entraba – falta poco para su venganza...

Heredero


Aproveché estos seis meses tras la batalla contra los espectros para organizar mucho del trabajo que teníamos. La llegada de Luka había sido inmejorable. Sus conocimientos permitieron mejorar la calidad habitacional, la mejora de los canales de irrigación, y buena parte de los proyectos de construcción. Había muchas ideas que Luka propuso y que podían ser ampliamente redituables.
El mercado de la ciudad había sido una excelente idea. De repente las arcas de Trono empezaron a gozar de mayor salud. Las casas comerciales con los Lannister y los Tyrell, y la apertura de la ruta que nos unía con el Camino Real y que iba hasta Bosquespeso, y los sistemas de caminos a lo largo de nuestras tierras habían aportado su enorme grano de arena a la economía Blackstorm.
La Guardia había reciclado los hombres que faltaban. Randolf asumió el liderazgo de la guarnición de la ciudad, disciplinada y eficaz, armada para la defensa de Trono y para ejercer de fuerza de seguridad interna dentro de la ciudad. Con el mercado y el puerto en constante bullicio, eran absolutamente necesarios. Había cierta pica entre los marineros, los soldados y la Guardia, pero era la esperable. A su vez, los batidores que Selina y sus hermanos habían preparado entraron en acción. ¿Su rol? Explorar, vigilar, moverse por los ámbitos menos pensados. Eran mis oídos a lo largo del territorio.

A nivel personal estuve mucho tiempo en casa, a excepción del viaje a las tierras de mi suegro. Lord Eduard no deja de ser un personaje enigmático, que a veces hace honor a los rumores más encarnizados que se dicen de él. Estuve una semana en su territorio. Con Luka vimos, por lo bajo, quince mejoras que podrían llevar su economía y el bienestar de su pueblo a otro nivel. Se las comentamos. Esta en él ver que es lo que quiere implementar. No obstante... la primer noche asistí a esa ejecución de condena. Tenía toda la pinta de ser un ritual. Aparte, la Torre Stonehouse con todas las ventanas cerradas, a oscuras... no dejaba de ser sospechoso. Quizás es la forma que tiene mi suegro para atemorizar a los insurgentes que pululan sus tierras. El miedo como elemento de poder. Totalmente opuesto al sistema que utilizamos en nuestras tierras. Ahora Luka y Richard están yendo a investigar. Será una buena oportunidad para que mis dos extraños hermanos, el que rechazó la posición de Señor de la Casa porque no estaba de acuerdo con padre y el bastardo que idealiza a nuestra casa, se conozcan bien a fondo entre sí. Confió en que ellos serán discretos, no voy a arriesgarme a perder el vasallaje de Lord Eduard. Frank y Selina van a Altar, quizás puedan averiguar algo en tierras de Eduard del problema de Selina, pero lo dudo. Lo bueno es que al menos cuento con otros dos caballeros para defender mis murallas: Ser William y Ser Kevan.

Estuve pensando mucho en estos meses en las amenazas. Duncan Locksley no se va a quedar quieto, y estoy casi seguro que va a enemistarse con los Glover por atacarnos a nosotros. Aunque la Casa Glover tiene ese aire de intrascedencia que han demostrado hace rato. No parecen tener problemas con nadie, viven una vida, digamos, tranquila, sin inconvenientes. No parecen meterse demasiado, pero si se los necesita asisten. No sé si se atreverá a atacar Trono, pero si trae un ejército se va a encontrar con gente preparada para defender su tierra. Y no vaya a ser que Duncan se quede luego sin las suyas, aparte de sin su vida. Me tienen preocupado también los espectros. Frank dijo que había visto en sueños cinco de esos señores de la guerra. Solo dimos cuenta de uno. Selina no perdió la gema. Un ejército más numeroso que ese, y con objetivos decididos, podría ser fatal, no solo para nosotros sino para todo el Norte. Por lo pronto sé que los aliados me avisaran en caso de que criaturas así aparezcan en el Norte. Y el tema con Eduard. Espero que mis hermanos puedan averiguar si lo de Eduard es real o responde a una fachada.

Igual todos los problemas se ven eclipsados por el inminente arribo de un nuevo hijo. Si bien Mildred afirma que va a ser un niño, yo no lo sé. Creo que lo va a ser, ella tiene esas certezas, como las tuvo con las niñas. Estos seis meses fueron óptimos, pasé mucho tiempo con ellas, ya que Percival y Luka pudieron relevarme en algunas de mis tareas de control. Hace tiempo que venía buscando un poco de tiempo para ellas. Lo que sí, me obligaron a dejarme el pelo más largo, que hace rato no lo usaba así. No sé si a Mildred le gustaba, pero a mí sí.

...............

La pareja reposaba cómoda en la cama. Estos últimos días él había estado distendido, expectante. Ella había tenido que recortar sus tareas, o pedirle a su asistente que se las traiga al cuarto, porque el momento se acercaba con velocidad. Esa noche, un breve diálogo se desarrolló entre ambos, antes de ir a dormir.
Él empezó

-A ver qué opinas. Si es varón, Bance, si es mujer, Sienna o Keira.
-¿Bance? ¿Te parece Bance?
-Sí, suena a mi nombre, mi padre se llamaba Badariel, yo Bandar, me gusta Bance.
-No, Bance no
-¿Y cuál te gusta?
-Si siguen tus pasos despues va a venir Ban, despues Ba, y despues B... A mí me gusta Bandar, Bandar Segundo.
-No, horrendo. No quiero que se llame Bandar Segundo. No, no es negociable.
-Bance tampoco
-Sino tiremos la tradición de los "Ba". El heredero de la casa tendría que haber sido Luka y no tiene nada de Ba... ¿Christopher? ¿Te gusta Christopher? ¿Alexander? Pero mira si es nena. Me gustan Sienna o Keira.
-Ese me gusta más
-¿Cuál?
-Chistopher, y Alexander
-¿Pero y si es niña?
Ella le dedicó una mirada de rabia.
-No va a ser niña. No pienses así.
Él rió.
-No me molestaría otra niña.... tendríamos que seguir trabajando en el primogénito.
-¡No digas cosas de mala suerte!, va a salir varón, lo sé.
-Bueno, bueno. Está bien. Vamos a disfrutar de esto. Ya le pedi a Allister que tenga los médicos listos. No quiero que te pase nada.
-No me va a pasar nada, solo que vamos a tener un hermoso hijo
-Tu padre estaba feliz con la noticia. Ahora fue Luka a ayudarle a mejorar un poco las tierras. Creo que hay un grupo de bandidos organizados en sus tierras.
-Ay Bandar, siempre tan optimista... solo uno...
-Bueno, pero está mal. Ni tu padre merece ese flágelo ni los bandidos creo que quieran dedicarse a eso. Quizás tendrías que decirle a tu padre que es hora de que se dedique a disfrutar de sus nietos y de una vida tranquila, nosotros podríamos hacernos cargo de las tierras.
-¿De qué estas hablando? No es tan viejo.
-Me pareció. Digo, para no tener que lidiar todo el tiempo con los bandidos, para poder estar cerca nuestro y para no tener que extrañar a tu hermano o a tu madre. Tendría a su familia cerca.
-¿Te parece?... Yo creo que se aferra a eso porque es lo único que le queda de mamá y mi hermano...
-Mil... los días que fui a ver a padre para darle las noticias de tu embarazo... en uno de ellos me invitó a presenciar una condena. Tomó a cinco presos, de noche, y los decapitó, solo susurrándoles unas palabras inaudibles. Colgó sus cabezas en una pica y quemó los cuerpos. Los ejecutados estaban en una posición especial. Sé que tu padre es un hombre recio, pero eso me pareció algo siniestro.
-Solo les estaba dando su merecido Ban... cada señor aplica el derecho de horca y cuchillo como mejor le parece...
-Está bien. Solo que me pareció fuera de contexto. No importa. Estaba contento por la llegada de un nuevo nieto
-¿Fuera de contexto?
-Sí, me pareció que tenía más tintes de un ritual que de una ejecución normal. Pero no importa... puede ser que yo este algo perseguido por el tema de los espectros y vea "fantasmas" donde no existen...
-Ya falta poco para que nazca el niño, deberías estar más atento a él que a su abuelo creo.
Ella rió. Él continuó la charla.
-Estoy atento al niño, por eso decidí quedarme a tu lado este tiempo hasta que nazca en vez de ir a trabajar a otros lados. Ya sabes cómo soy, quiero que todo salga bien y trato de estar en todas las cosas.
Ambos se fundieron en un abrazo y luego se fueron a dormir.

lunes, 2 de enero de 2012

Escudero


Anthony

Viajamos tres meses, cuando llegamos al muro el Maestre me dijo que no se podía hacer nada para sacar esa piedra de la mano de Selina, que no habían visto algo así antes... que la única forma era cortándole la mano. Si hubiera sabido que esa iba a ser la respuesta no hubiera viajado tanto tiempo hasta ahí...
Pero la realidad era que el viaje no había sido tan terrible como creí en un principio. En los tres meses no me separé de Selina, por lo general ella dormía abrazada a mí. Sí me emborraché varias noches, aún no sé como Selina puede soportarme cuando estoy así porque al día siguiente no me acuerdo de nada.
La buena noticia era que no íbamos a tener que cruzar el muro, la mala era que estábamos como antes, y no quería volver al Trono sin haber cumplido mi misión... Pero había algo que me dijeron en el Muro, en las montañas había una mujer que quizás supiera algo al respecto. La Dama de Hielo de la leyenda que había escuchado a medias narrada por Mailen. Me arrepentí de no haber escuchado la historia completa.
En el camino de regreso le dije a Withwing que buscara a su anterior dueño, pero solo me picaba y no se movía. Supuse que había entendido que era yo, pero la realidad es que él no tenía dueño, estaba conmigo porque él quería estarlo.
Una noche tuve un sueño, vi a una mujer hermosa, rubia, de ojos claros, su rostro parecía de hielo y cuando se acercó a mí sentí la misma sensación de cuando tuve la visión del decapitado, tenía mucho frío, demasiado frío.
Supuse que era la Dama de Hielo, quien me dijo que iba a tener que tomar una decisión para que la piedra abandonara a Selina. Así fue como supe que todo ese viaje había sido en vano, que la piedra siguiera allí o no dependía solo de mí, yo tenía que cambiar... o eso me dijo la Dama, pero la realidad es que yo ya no podía ser el mismo de antes, nunca iba a volver a serlo y la decisión que tenía que tomar, no era una decisión, porque no se podía decidir sobre algo así... La realidad es que esa mujer no me dio una respuesta, solo me hizo reflexionar, aunque para mí eso ya era bastante.

Después de seis meses de viaje volví a asentarme en un lugar, el Altar no solo era un sitio que me traía paz sino que me ayudaba a pensar. Si había un lugar donde podía "cambiar" era ese, si es que eso era posible. Jamás creí que por una vez lo que tuviera que hacer para cumplir un objetivo fuera cambiar yo... Era irónico esa mujer me dijo que no creyera en todas las visiones que tenía, pero ella misma era una visión... entonces ¿cómo podía creerle?
No podía buscarla ahora, al menos no hasta solucionar el problema de los caminantes blancos, pero luego iba a buscar el lago, siempre y cuando comprobara que lo que dijo era cierto. Mi primo me había dado otra misión, ir a las tierras de Stonehouse a investigar, Luka parecía haber interpretado alguna especie de ritual en sus modos cuando fueron a verlo y mi primo no se había quedado tranquilo porque también lo había visto. Decidí permanecer una semana en el Altar para descansar del viaje y después partir.
Ahora que ya no estaba Kevan me di cuenta de todo el esfuerzo que hacía el pobre muchacho para asistirme, seguramente levantarme de la taberna después de que me desmayaba por el alcohol no era algo fácil... Debe estar feliz de haberse librado de mí.
Caminé por las pequeñas casas que ahora rodeaban el castillo, Luka había venido de la Citadel y ahora estaba ayudándonos a construir casas de bajo costo y más resistentes, había mucho trabajo por hacer, y él se estaba encargando de coordinar los trabajos de reconstrucción, así que yo me concentré en los entrenamientos de las tropas. A pesar de cómo era ahora, me gustaba enseñar, y sé por qué es, porque quiero dejar un legado, el legado que nunca le voy a poder trasmitir a mi hijo...
Miré hacia las montañas, desde abajo también el paisaje era hermoso. Las montañas eran muy altas aquí, la nieve eterna en los picos, la magnitud de esa belleza... cuando bajé la vista todos estaban trabajando, la ley de mi primo aquí aplicaba de igual forma que en el Trono, todos estaban ocupados y trabajando. Yo había estado entrenando desde temprano, a las cinco de la mañana ya me había despertado para empezar a entrenar. Había puesto mi tienda en la terraza donde estaba el jardín y le había avisado a Selina para que viniera si así lo quería.

-Vas a estar segura en Altar, pero no salgas sola. Avisame a mí o llevate a alguno de los exploradores.
-Está bien, ¿dónde me voy a quedar?
-Donde quieras- hice una pausa para ver su reacción, ella miró alrededor y yo casi enseguida le dije:
-Voy a poner mi tienda en la terraza donde está el Jardín, esa puede ser una opción- noté que se le iluminó la cara cuando dije eso y me reí- Todavía no entiendo como querés seguir estando conmigo después de verme borracho.
-¿Y vos?... ¿por qué cuidás a alguien a quien todos le quieren cortar la mano?
-Soy un caballero, tengo que cuidar a las damas en problemas- dije con voz solemne.
-Está bien...
-¿Vos no sos una dama en problemas no? Es cierto, hasta mataste un caminante blanco... Entonces debo estar con vos por algo más aparte de eso.
-¿Por qué entonces?... mejores que yo en la cama seguro conoces
-Sí, eso es verdad...- Pensé que se iba a molestar pero ni se inmutó- Pero me gusta estar con vos, creo que es evidente porque sino no estaría.
-¿Qué te pasa Frank?, estás raro
-¿Raro? ¿querés decir más de lo normal?
-Sí... nunca decís que te gusta estar con alguien, si que te gusta la cerveza, el vino, las mujeres, pero nunca nadie en particular.
-Eso no es cierto, siempre nombro a las niñas, Milwin y Aywin, me encanta estar con ellas.
-Frank...
Ella me sostuvo la mirada y yo la miré esperando que dijera algo más...
-Dale Frank, no te escondas
Sonreí.
-Por una vez no me estoy escondiendo.
-¿Eso es lo raro entonces?
-Puede ser...
Cuando no dijo nada a eso me acerqué y le comí la boca.
Ella vino todas las noches y no tuve necesidad de ir a buscar a las chicas. Habíamos viajado seis meses pero aún así no me aburría estar con ella. Era cierto que la consideraba una amiga, cosa que para mí era muy raro porque no tenía amigas, tenía mujeres con las que me acostaba.
Ella estaba distinta desde el día que la había ido a buscar cuando estaba con Ser William, el día que se enteró que tenía esa piedra atada en su mano. Desde ese día que había dormido abrazada a mí su actitud conmigo había cambiado... Otra vez pensé que podía lastimarla... pero como ya le había dicho a esa mujer, a la Dama de Hielo de la leyenda, no puedo decidir algo como "si la amo o no la amo" eso no es algo que se decida... pero si la otra visión es cierta, yo voy a ser el culpable de que ella se muera, y todo por no poder cambiar... Como si cambiar fuera tan fácil... Bandar también me habló, me dijo que era tiempo de superarlo, de volver a retomar mi vida, pero claro, él no puede entenderlo, a él no le pasó lo mismo que a mí.

En ese momento escuché un ruido, un cubo de agua se había caído y el agua había bañado la tierra. El niño tomó el cubo y volvió hacia el lugar de donde parecía venir, el vertedero de agua nuevo que habíamos construido para traer el agua desde abajo, desde el río subterréneo. Con mucho trabajo lo llenó, el cubo era muy pesado y grande para él pero aún así lo cargó hasta la pequeña casa, aún en construcción. Llegó un recipiente más grande y repitió el trabajo hasta que estuvo lleno, tuvo que ir y volver unas diez veces, de las cuales cinco más el cubo se le cayó y tuvo que regresar por más agua.
Cuando terminó el trabajo se sentó exausto, y se pasó la mano por la frente bañada en sudor.
Me acerqué a él y lo saludé:
-Buenos días niño.
-Buenos días Ser Frank- se levantó a pesar de lo cansado que estaba y me hizo una reverencia.
-Puedes sentarte, veo que estás cansado.
-Gracias.
Volvió a sentarse en el suelo y yo me senté frente a él, parecía sorprendido de que yo le hablara.
-¿Cómo te llamas?
-Anthony.
-Anthony ¿Para qué es el agua?
-Es para "Rayo Negro" el caballo del señor.
Me señaló un hombre que estaba trabajando en la casa, parecía haber trabajado en la construcción durante mucho tiempo, aunque por su constitución quizás hubiera sido guerrero en otro tiempo...
-¿Y tus padres?
-Murieron cuando era pequeño, ahora vivo con él. Lo ayudo y me da comida y un techo donde vivir.
-¿Y qué otros trabajos haces para él?
-Cargo el agua, la leña para el fuego, a veces cocino... y otras lo ayudo a alcanzarle los materiales cuando está trabajando en la casa.
Me quedé en silencio unos momentos, me había gustado su perseverancia, quizás podría ser lo que estaba buscando, y justo el día antes a la partida, había tenido mucha suerte.
-¿Puedes ir a buscarlo? Me gustaría hablar con él.
-Sí, enseguida.
Me quedé allí sentado esperando que lo fuera a buscar, parecía muy servicial, y eso también era una buena cualidad en un escudero. Vi como llegaba hasta él y a su orden se ponía a apilar cerca varios troncos de madera, eran pesados pero aún así Anthony se puso manos a la obra.
-Ser Frank, a qué debo su honrosa visita.
Me paré y lo saludé.
-Un placer conocerlo señor...
-Derek
-Me gustaría hablar con usted sobre el futuro del niño.
Me miró sorprendido.
-¿Futuro? Sí... le enseñaré a construir casas, es un buen oficio.
-Me gustaría tomarlo como mi escudero, por lo poco que vi hoy creo que tiene las cualidades perfectas para ser un caballero.
-¿Un caballero? ¿el niño?
-Así es.
-Bueno... eso es algo que no podría negarle, si necesita mi autorización, la tiene.
-¿Quiénes eran sus padres?
-Eran campesinos, hace unos siete años murieron de una extraña enfermedad, el niño se salvó milagrosamente, no se contagió, nadie sabe porqué. Vivían cerca de mi casa, y yo lo adopté cuando ellos murieron.
-Eso es admirable.
-Gracias Ser Frank. Como ya le dije, puedo tomar otro aprendiz, creo que el niño se merece el mejor futuro que puedan darle, es muy tenaz y perseverante, pero sobre todo tiene un gran corazón.
-Si usted está de acuerdo, entonces hablaré con él ¿cuántos años tiene? ¿Diez?
-Tiene ocho años señor, cumplirá nueve el próximo invierno.
No iba a poder pretender que un niño de ocho años me arrastrara borracho de las tabernas, eso iba a ayudarme también, a cuidarme de no hacerlo...
-Puede hablar con él ahora si lo desea- me dijo mientras aún pensaba si era o no aconsejable tomar a alguien tan pequeño como mi escudero...- Creo que a él le gustará, siempre que le pregunto si le gusta lo que hago me dice que sí, pero sé que si tuviera posibilidades de tener aventuras sería muy feliz. Siempre me cuenta historias que inventa sobre caballeros, damas y dragones, estoy seguro que le gustará su propuesta.
-Ser un caballero no llega a ese nivel de fantasía, puede desilucionarse rápidamente- sonreí.
-No lo hará, él sabe como son las cosas, sufrió bastante la ausencia de sus padres al principio, sabe que el mundo no es como lo imagina.
La realidad era que cuanto más me hablaba de él, más me parecía apto para la tarea.
-Está bien, hablaré con él ahora.
Vi que Derek le decía unas palabras al niño y el vino corriendo hacia mí.
-Ser Frank, me dijo el señor Derek que quería preguntarme algo.
-Sí, así es- me agaché para poder hablar con él de igual a igual- Me preguntaba si te interesaría ser mi escudero.
El niño abrió grandes los ojos sorprendido por la propuesta.
-¿Escudero? ¿yo?
-Creo que tienes las cualidades que hacen falta, así que si te interesa Derek ya me dijo que tú tenías la decisión final. No será fácil, el camino para ser un caballero es duro.
El niño sonrió, parecía feliz con la propuesta.
-¿Y si acepto podré ser un caballero como usted?
-No serás como yo, serás mejor que yo.
-Entonces sí quiero ser su escudero.
Me paré y le acaricié la cabeza.
-Entonces está decidido.