sábado, 10 de marzo de 2012

Reflexiones de Bandar

Había tanto para hacer, que parecía ser algo de nunca acabar. Prometí a Mildred cortar el trabajo cuando todo quedara más o menos concluido, pero ella tiene razón: nunca terminará. Igualmente hay que ir definiendo prioridades por orden de importancia.

Lo principal es encontrar a los tres señores de la guerra que quedan y terminar el tema de la espada y las gemas. Ahora hay una situación mucho mejor: con la tregua entre Lord Edward y Alda, que aparte serían amantes, los dos podrán dedicarse a custodiar mejor las fronteras de la tierra. Lo mejor es que Lord Edward estaba visiblemente contento con el hecho de que su ciudad creciera, con el hecho de tener gente para liderar, para representar su rol de noble y acabar una guerra de asedio que lo estaba volviendo loco. Y eso pese a su bronca y reticencia. Mi suegro es un buen hombre, solo que necesitaba un empujón, buscar una solución distinta a guerrear y guerrear. Y Alda al menos puede tener paz y negociar mejoras para su pueblo desde una posición más importante.

El camino a Stonehouse está en desarrollo y va muy bien, así que es cuestión de tiempo de empezar a formar una cadena comercial y revitalizar las tierras del suegro. Cuando pueda voy a instruir una unidad de ingenieros-apoyo para regalarle, le ayudaran a construir las mejoras necesarias y a su vez tener especialistas para tener casas de curación. Y en el mejor de los casos pueden manejar armas de asedio.

En Trono está desarrollándose el monumento, los astilleros y las barracas para la unidad de ingenieros-apoyo de la ciudad. Ellos son los encargados del trabajo, de las curaciones y del progreso urbano de la ciudad en coordinación con Luka. Así que la ciudad marcha óptima. Los astilleros nos permitirán desarrollar una flota pesquera y barcos con capacidad de defensa y comercio. Hay que finalizar el problema de los no-muertos de una vez por todas para centrarse en la expansión que quiero realizar.

Temas políticos:
* Finalizar el asunto de la boda de Kevan Tyrell con Lianna Stark. Al ser padrino, y ser Kevan un caballero a mi servicio, daría un gran redito político.

* Actuar de celestino para Rowan Lannister. ¿Sus candidatos? Jaime Lannister -podría ser un gran caballero a mi servicio si le interesa... es muy difícil dada su posición de hijo de la Mano del Rey- y Eddard Stark -sería un buen trato Norte-Occidente, que cimentaría bastante el incipiente comercio que estamos generando con los demás reinos-. Esta claro que la decisión final la tiene el padre de Rowan, pero se puede organizar algo.

* Vendría bien a colación del Festival de la Cosecha que quiero organizar en meses. Podríamos hacer un torneo local en el Norte e invitar también a Jaime Lannister. El premio ya lo tenemos, pero está todo supeditado a finalizar el conflicto con los caminantes blancos.

Expansiones:
* Juntar una buena cámada de colonos para establecer dos o tres aldeas menores que vayan creciendo de a poco. La futura colonia cerca de la finca de Kevan Tyrell podría servir como línea comercial y embarcadero de granos y productos agrícolas.

* Hay que aprovechar los otros ríos y las montañas, así que una ciudad bastante al este de la Torre de Arqueros, construida con esta que realmente con la formación de Altar está bastante en desuso. Altar necesita mayores volumenes de gente, hasta convertirse en una ciudad. Con el crecimiento de Trono, será necesario empezar a darle fuerza a otras aldeas y expandir los dominios de la casa.

* Mejorar la seguridad interna. Las unidades bárbaras causaron conflictos y todavía quedan células. Así que es necesario empezar a mejorar la seguridad. Poner leyes fuertes, guardias pueblerinas que controlen un poco el orden. En Trono van a quedar 400 hombres de la milicia, ellos podrán poner en vereda la ciudad. Altar cuenta con 200 milicianos, entre la caballería, arqueros e ingenieros, que tendrán al pueblo en control. Pero es prudente empezar a pensar en una guarnición.

Extraño volver a casa, extraño a mi mujer y a mis cinco hijos, casi ni vi a Nathan y a Beatrix. Y a Christopher lo conozco muy poco también. Es que hay tanto para hacer...

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