miércoles, 18 de enero de 2012

Hogar



"Va a ser un caballero como su padre"
"No, va a ser una niña y va a aprender a bordar y a zurcir como su madre"
Le acaricié la panza mientras la miraba a esos ojos color mar en los que podía hundirme, me daba mucha paz estar con ella.
"Va a ganar todas las justas como su padre"
Ella se rió.
"No voy a poder ganarte, así que espero que sea un niño para que puedas cumplir tu sueño de enseñarle a ser caballero".
"Bueno, si es una niña también le voy a enseñar a pelear".
"¿A una niña?"
"Claro, tendrá que saber defenderse, y ganarle a los hombres"
"Frank, si es una niña se va a tener que comportar como una señorita, ¡no vas a poder dejarla enfrentarse a los hombres!"
"¿Por qué no? Va a ser tan buena como su padre, ya lo vas a ver..."


-Vamos Anthony, te voy a enseñar a armar una tienda.
Él me siguió y Selina vino con nosotros. Empezar a armar la tienda entre los tres fue una experiencia difícil para mí. Creo que Selina se dio cuenta porque cuando vio que me puse mal siguió ella explicándole a Anthony como hacerlo.
No fue mucho tiempo el que estuve así, pero me costó bastante recuperarme... Estar así con ellos tres, como una familia, algo que siempre había querido tener... lo que el destino me había quitado y lo que yo mismo después me había impedido tener...
Cuando Luka me dijo que me iba a diseñar una casa enorme le dije que no era necesario que con una pequeña casa allí para mí era suficiente... pero él dijo que yo era un noble y que no me iba a dejar vivir en una choza. Me diseñó una casa que medía unos cien metros cuadrados, utilizando el mismo modelo que había hecho para el resto de las casas del pueblo en Altar.

Calculé que construirla me iba a llevar unos seis meses y me puse a trabajar cuanto antes. Anthony me ayudaba a subir los materiales hasta la plataforma del Jardín, así entrenábamos todas las mañanas, subiendo maderas, piedras, herramientas. Selina muchas veces se quedaba mirándonos trabajar. Un día me dijo:
-Creo que voy a tener que empezar a pensar en construir mi casa.
-¿Construir tu casa? ¿No vas a vivir con nosotros? Luka diagramó una casa enorme.
-Pero... ¿no voy a molestar...?
-¿Molestar? Hace prácticamente un año que vivís conmigo en una tienda, ¿y ahora que estoy construyendo una casa te querés ir?
-No, no me quiero ir...... no me quiero ir
-Entonces no te vayas
Ella se quedó sin palabras y noté que su cara estaba toda colorada, me dio mucha ternura así que dejé lo que estaba haciendo para ir a besarla. Ella me abrazó muy fuerte.
-Pero mirá que no voy a cocinar- dijo y se rió y yo me reí con ella.
-No importa, yo sé cocinar y Anthony también sabe, harás otras tareas.
-No me voy a quejar si me traés el desayuno
-Algunos días podría hacerlo.
Sabía que no solo estaba construyendo una casa, sino que estaba construyendo un hogar... y realmente quería que Selina se quedara y viviera con nosotros.

*****

La construcción iba muy bien, quizás incluso la terminara antes de lo que pensaba.
-Maestro Frank, ¿por qué tiene marcas en la espalda?
Las marcas eran de las uñas de Selina que la noche anterior la había pasado bastante bien conmigo, tanto que me había rasguñado como ya había hecho otras veces... Éramos bastante discretos por las noches pero aún así el niño era bastante observador...
-¿Hay que arreglar su cama?
-No, no hay que arreglar mi cama, está bien.
Me miró con esos ojazos que podían derretir un alma de hielo y me dijo:
-Bueno.
Justo cuando creí que dar información a medias funcionaba y había girado para retomar la construcción él me dijo:
-Entonces ¿cómo se lastimó la espalda?
Eso no iba a ser tan fácil...
-No todas las heridas son por algo malo, ya lo vas a entender cuando seas mayor- y le acaricié la cabeza.
-¡Pero ya soy grande! ¡soy un paje!
Me reí.
-Cuando seas escudero te lo voy a contar
-aahhh ¿Selina va a vivir con nosotros?
-Sí, ¿te gusta vivir con ella?
Selina prácticamente vivía con nosotros, bajaba al pueblo pero siempre volvía para comer o para dormir, prácticamente estaba viviendo arriba de la montaña con nosotros.
-¡Sí! es divertida, aunque algo rara.
-¿Rara? ¿Por qué?
-No sé...- dijo poniéndose colorado.
-Parece que sí sabés y no lo querés contar...
Me miró como preguntándome cómo había hecho para saberlo.
-Podés confiar en mí, no le voy a decir- le sonreí.
-No sé... la vi muy cariñosa y pegada, y dando besos- y puso cara de asco.
-¿A quién?
-Con una chica abajo en el pueblo, le tenés que decir que eso no se hace- dijo cruzándose de brazos.
Yo no podía más y me empecé a reír.
-Sí, me parece que la voy a retar...
Me acordé cuando Selina había salido de la posada fantasma con la asistente de Luka... me lo había perdido por su culpa... en fin, parece que él sentía algo por esa chica así que era mejor dejar las cosas así, además ya bastante tenía con que no se acordara de él.
-Sí, está bien, cuando alguien hace algo malo hay que retarlo, es lo que hace el señor Bandar me contó Derreck.
-¿Qué más te contó Derreck del señor Bandar?
-Me contó que es un gran señor, que vive en Trono, dónde mi papá y mamá vivían, un hombre justo que le perdonó la vida y le dió trabajo... pero no sé... yo cuando lo vi me dijo que me iba a quedar sin piernas... y que me iban a poner ganchos en la manos para que me arrastre por el piso...
Yo me empecé a reír, Bandar siempre hacía esas bromas y lo mejor es que era bastante convincente y le terminaban creyendo, el pobre chico ya había tomado por cierto todo lo que le había dicho.
-y, y, y...
-Eso que te dijo era una broma, al señor Bandar le gusta contar bromas
-No sé sonaba a verdad…- se puso en cuclillas y puso su cara entre las rodillas, se abrazó las piernas como protegiéndolas- soñé que me tenía que arrastrar por el piso... y comer bichos
Me arrodillé adelante de él y le puse la mano sobre la pequeña cabecita.
-y, y, y que me arrastraba desde la ciudad esa hasta Altar y Derreck me decía que no quería un aprendiz sin manos...
-Eso no va a pasar, fue solo una pesadilla- dije acariciándole la cabeza -el señor Bandar solo quería probar si podías ser valiente, no era verdad lo que dijo.
-No sé... busqué a ese Kevan y no estaba en ningún lado...
-No estaba porque se había ido de la ciudad, fue a ofrecer una dote para prometerse a una señorita.
Me miró los brazos y las piernas como cerciorándose de que no me faltaba nada.
-Mis brazos y piernas están bien, creo que es la mejor prueba para afirmar que el señor Bandar no hace nada de eso con sus caballeros.
Anthony se me sujetó al brazo.
-Confiá en mí, no voy a dejar que te pase nada.
Esperé un rato hasta que se calmara y después le dije:
-¿Volvemos al trabajo? Cuanto antes volvamos, antes va a estar construida nuestra casa
-Está bien...
Una vez que empezamos a trabajar nuevamente él me preguntó:
-Maestro ¿Selina va a cocinar y limpiar?, no creo que le guste...
-Cocinar no le gusta, pero algo va a tener que hacer... ¿conocés el segundo lema de la casa Blackstorm?
-¿El segundo lema?, "¿comprendo?"
Parece que decíamos mucho esa palabra y el chico creyó que era un lema.
-Tenemos un segundo lema de la casa "El verdadero mérito radica en el trabajo". Yo soy un Blackstorm así que los que vivan en mi casa tendrán que respetar ambos lemas
-Ahhh ¿pero le va a gustar pasar de trabajar en el bosque a servir en una casa?
-Selina es un alma libre, seguramente no venga siempre, pero tendrá que ayudar cuando esté aquí, además ahora es la responsable de la unidad de exploradores, así que seguramente esté yendo y viniendo. Igualmente al ser una casa tan grande tendremos que pedir ayuda a algunas personas que quieran trabajar aquí...
-ahhhhhh ¿Selina es tu exploradora no? todos los caballeros tienen que tener esas cosas.
-Selina es la exploradora de la casa Blackstorm- le expliqué- Ahora lidera a cien hombres.
Anthony no parecía entender del todo. Justo en ese momento llegó Selina con una cierva a los hombros.
-Tiene que organizar a los exploradores que recorrerán todas nuestras tierras- le expliqué.
-Pero ¿por qué vive con nosotros?
-Porque cuando los hombres que tiene a sus órdenes la quieran encontrar ella va a tener que estar en algún lado, y eligió estar aquí
Selina que se acercó donde estaba la tienda se puso a preparar el fuego y después empezó a carnear a la cierva.
Seguimos trabajando en la construcción hasta que escuchamos que nos llamaba:
-¡¡A COMER!!
Dejé las herramientas a un lado y le dije a Anthony:
-Vamos, tengo bastante hambre.
Fui a lavarme las manos y la cara al barril de agua y me tiré agua en el pelo. Me senté cerca del fuego, sentía el viento helado en mi cabeza.
Selina empezó a cortar la carne y dijo:
-Espero que estén hambrientos, preparé mucho
-Estoy bastante hambriento
Selina empezó a tararear una canción mientras trabajaba:

"¿Has visto el venado blanco?
El que lo vea será bendecido.
En un granero desconocido, de una estrella distante.
¿Has visto el venado blanco?
El que lo ve vivirá mucho tiempo en el Principado
de Arianrhod bebiendo aguamiel y probando frutos de plata."


No conocía la canción...
Selina me sirvió una generosa porción acompañada de algunas frutas.
-Gracias. Linda canción.
Ella me sonrió y me besó en los labios. Anthony volvió a poner la misma cara de asco que antes y me dio gracia.
-¿De dónde es la canción? no la conocía…
-Me la enseñó uno de los nuevos exploradores, es una leyenda de su aldea.
Por un momento eso que dijo me molestó... ¿Me había puesto celoso? Ella no se dio cuenta porque justo en ese momento se estaba sirviendo carne para ella. Para disimularlo me puse a tararear una canción de viaje. Ella sonreía mientras me escuchaba y después se sentó al lado mío.
-¿Trabajaron mucho?
-Sí, todo el día, nos va a llevar alrededor de seis meses la construcción. Anthony se va a volver fuerte al cargar las cosas hasta acá.
Refunfuñó un poco pero después sonrió.
-Ya extrañaba este bosque, tiene buenas presas.
-Me gusta mucho este lugar, había pensando en construir una casa para Bandar cuando viniera con las niñas, jamás creí que iba a ser mi propia casa...
-¿Por qué el cambio?- me preguntó Anthony. Le encantaba preguntar "por qué" para todo.
-Porque quiero cambiar algunas cosas de mi vida, y también porque desde que estuve acá me gustó la vista, me hace sentir mucha paz...
Selina se levantó y le limpió la cara a Anthony que la tenía toda manchada, otra vez esas escenas familiares me ponían algo triste, nostálgico... no podía evitar pensar en cómo hubieran sido esos diez años si Lythene y mi hijo no hubieran muerto... seguramente hubiera sido algo como esto...
Ahora que estaba anocheciendo se veían perfectas las casas iluminadas abajo en el valle. Me gustaba mucho ese lugar...
Sentí la mano de Selina limpiándome la cara a mí y me miró a los ojos. Yo le sonreí.
-Me gusta cómo se ven las luces abajo
-¿Te gusta mirar desde lejos, no?
-Me gusta, sí. Recuerdo cuando estuve por primera vez en Altar, los trabajos van muy bien, este lugar ya es un pueblo.
-Y yo me acuerdo la primera vez que dormimos acá, y tus borracheras... y que entonces ponías esos ojos...
-Supongo que son estos mismos- sonreí algo triste.
-Sí...
No dijo más nada, se acurrucó junto a mis rodillas para luego servirme vino.
-Hoy no voy a tomar- le dije y continué comiendo mi pedazo de carne.
Ella me miró sorprendida y apuró el jarro antes de que cambiara de opinión.
Anthony fue el primero en terminar y decir:
-¡¡¡MAS!!!
-Bueno, bueno
Selina se levantó y le sirvió más.
-Pero no va a haber más eh...
Anthony agarró el último pedazo como si fuera un tesoro y Selina se puso a terminar su parte, no iba ni por la mitad de lo que se había servido así que cuando terminé me levanté a servirme más.
-Frank
-Sí
-Sentado
Ella se levantó pero ambos estábamos igual de cerca así que me apuré para ganarle y llegar primero. Sabía que ella era más rápido pero igual gané porque ella me dejó.
-Así no es divertido...- me quejé.
-¿Que hacen?- nos preguntó Anthony.
Selina se rió.
-Bueno, entonces la próxima seguro gano.
Anthony tenía cara de no entender qué estaba pasando.
-Estábamos compitiendo para ver quien llegaba primero, pero me dejó ganar...
-ah...
Selina se apresuró a comer y me miró. Esperé a que amagara a levantarse y dije:
-Anthony también participa esta vez
-¿¿Eh??
Selina se apuró a llegar primero y yo le dije a Anthony:
-Si querés más comida corré
Anthony tardó en reaccionar pero yo la frené a Selina antes de que llegue agarrándola de la cintura, ella me agarró de más abajo y empezamos a forcejear hasta quedar los dos tirados en el suelo.
Anthony nos acercó la comida mientras estábamos en el suelo. Me empecé a reír.
-Gracias Anthony, sabía que íbamos a ganar esta vez. Somos un buen equipo.
-Eso es trampa- dijo ella quejándose. Cuando se levantó me dio un pequeño golpe en el estómago con la rodilla. No estaba enojada pero estaba clarísimo que no le gustaba perder.
-Claro que no es trampa, estamos usando nuestros recursos.
Me acerqué a ella y la besé, Anthony ya no ponía cara de asco cuando nos veía besarnos pero nos miraba raro. Pensé que seguramente pensaba que éramos unos tontos y eso por alguna razón me alegró.
Me senté en el piso y agarré un pedazo de comida de la que había traído Anthony y le dejé a él el resto.
En ese momento un viento frío se levantó y me arrebujé en la capa. Estábamos en pleno invierno y arriba la temperatura era más baja que en el valle. Le había dado muchas pieles a Anthony para que no tuviera frío a la noche. Él no se había quejado pero decidí preguntarle.
-¿Tenés frío a la noche Anthony?
-Un poco, es raro dormir solo
Esperaba que Selina no me odiara por lo que iba a decir...
-¿Querés dormir esta noche en nuestra tienda?
-siiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!
-Pero primero vas a tener que lavarte esas manos y esa cara.
-bueno!!!
Lo levanté y lo llevé al cubo de agua, él me abrazó ensuciándome el pelo y la cara. Selina se reía a más no poder, sabía que no me gustaba estar sucio.
Anthony se lavó y se mojó tanto que empezó a tiritar por el frío. Se acercó al fuego y yo le puse una capa más y lo rodeé con mi brazo para darle calor.
-Es duro el invierno acá arriba, pero cuando tengamos la casa terminada ya no vamos a tener tanto frío.
-¿Solo unos meses más, no?
-Sí, y cuando terminemos vas a tener tu propia habitación con una chimenea muy grande.
-¿Y Selina también va a tener su habitación?
-No, ella va a dormir en mi habitación.
Anthony y Selina me miraron sorprendidos.
-¿¿Y eso está bien??
-Si ella está de acuerdo está bien.
-Por supuesto- dijo algo tímida.
-Entonces.... ¿entonces es lady Selina?
Pensé en cuál era la mejor forma de responder a esa pregunta...
-Selina y yo no estamos casados pero nos gusta estar juntos
-¿y eso está bien?
-Si ambos están de acuerdo sí
-ahhhh
-Thony, tenés mucho que aprender de Ser Frank, así que presta atención.
-ssiiiiii!!
Me reí con ganas, ella aprovechando que estaba más cerca me besó.
-¿Alguna otra pregunta más antes de irse a dormir?- le pregunté.
-No.... ¡pero quiero un cuento!
-¿Un cuento? que podría ser...
-Voy a preparar la tienda- dijo Selina y se alejó un poco.
-Te voy a contar la historia de "Hielo".
-uhhh ¡quiero quiero!
-Hielo era una mujer muy hermosa, vivía muy al norte, entre las montañas y su cabaña se encontraba a los pies de un lago. El lugar era muy hermoso y daba mucha paz estar ahí. Muchos quisieron buscarla, pero no la encontraron, había un solo camino para llegar hasta su casa y no era fácil de encontrar. Pero un día, un hombre, que estaba herido porque había caído víctima de unos bandidos, logró encontrarlo y llegar hasta ella. Estaba muy herido y a punto de morir, pero ella lo llevó hasta su cabaña y lo curó. El hombre era un caballero, tenía un león en el peto de su armadura.
-Si era difícil llegar, ¿porque vivía ahí?
-Porque ahí nació, ella era hija de la Nieve y la Montaña
Había algunas cosas de la leyenda que no me gustaban, así que decidí inventar mi propia versión.
-Ahhh ¿por eso Hielo?
-Claro. El caballero se quedó allí un tiempo viviendo con ella y se enamoraron.
-¿Cómo se llamaba el caballero?
-El caballero se llamaba Ser Lion por eso usaba ese emblema en su armadura. Era el emblema de su casa.
-ahhh ¿¿era un Lannister??
-No, no era un Lannister, esta historia es de hace mucho. Él le dijo que tenía que volver, porque su padre, sus hermanos, hermanas y amigos lo estaban esperando. Pero Hielo le dijo que ella no se podía ir de allí porque era hija de la Nieve y la Montaña y si se iba de ese lugar iba a morir.
-Pobre...
-Entonces Ser Lion tuvo que tomar una decisión muy difícil, porque tenía el honor de volver junto a su padre y sus hermanos porque él iba a ser el heredero de su casa, y sabía que si no volvía todos lo iban a extrañar. Entonces tuvo que tomar una decisión, no era una decisión fácil... Pero eligió volver con su familia.
Era una buena explicación, según la leyenda verdadera él se había ido por razones políticas, pero ¿y si no se había ido porque no la amara sino porque tenía un gran deber con su familia? Quizás Hielo nunca lo supo, y él no se quedó con ella no porque no la amara sino porque no pudo hacerlo.
-¿¿Y la dejo sola??
-Sí, la dejó
-¡Eso no se hace! ¡los caballeros tienen que cuidar a las mujeres!
-Hielo trató de seguirlo, pero cuando se alejó de su casa empezó a sentirse mal, estaba muy cansada y sobre todo se sentía muy sola. Claro, es uno de los principios de un caballero cuidar a las mujeres, y Ser Lion se dio cuenta de que estaba rompiendo ese principio y decidió regresar, pero cuando lo hizo ya era demasiado tarde...
-Pobre Hielo....
-Hielo había muerto, y a su lado encontró dos piedras azules que se habían formado de sus lágrimas. Ser Lion se puso muy triste porque sabía que había sido su culpa lo que pasó y volvió a la casa de Hielo y la sepultó junto a su casa.
Me pregunté quién había sido el que había sepultado a Hielo en la leyenda...
-Cuando Ser Lion regresó a su casa ya nada era lo mismo, extrañamente se sentía diferente, ya no le importaba nada, ni su familia, ni sus amigos, ni su pueblo. Algunos dijeron que había perdido su corazón.
-ah
-Cuando murió, muchos años después en una guerra que él inició contra sus vecinos solo pidió que lo enterraran con las dos piedras azules que había encontrado en su viaje.
-¿Todo por querer volver a casa?
-Sí, si bien era noble por su parte querer cumplir con su familia traicionó a su propio corazón para hacerlo, por eso su corazón se quedó en esa cabaña junto a Hielo y no volvió con él. Por eso murió en la guerra que él mismo había provocado.
Anthony parecía algo triste, así que decidí darle un giro más ameno a la historia.
-Se dice que mucho tiempo después, dos niñas, dos hermanas encontraron las dos piedras que habían nacido de las lágrimas de hielo y las llevaron con ellas hasta su muerte, esas piedras ahora pasan de generación en generación, de una niña a otra en su familia. También se dice que parte del corazón de Ser Lion yace en esas piedras y por eso tanto las dos niñas que las encontraron como sus hijas y sus nietas y sus tataranietas vivieron felices porque esas piedras traen felicidad a quienes la portan.
-¿¿¿Encuentran a su amor verdadero??? ¿¿como Hielo y Lion??
-Sí, porque las lágrimas nacieron del amor que Hielo le tenía
-ahhhh
-Bueno, y ya es tiempo de irse a dormir
-¿y cómo se llamaban las hijas?
Mientras inventaba nombres de las abuelas, las hijas y las nietas se fue quedando dormido. Lo levanté despacio para que no se despertara y lo llevé a la tienda. Lo cubrí con las pieles de la cama para que no tuviera frío y salí. El viento afuera estaba helado, recién ahora me daba cuenta.
Me quedé mirando las casas de abajo, ahora que era totalmente de noche se veían mucho mejor los puntos de luz abajo en el valle. Sentí que Selina me abrazaba por detrás.
-Esto no va a ser fácil...
-¿Qué cosa?
Puse mis brazos arriba de los de ella mientras una vez más el recuerdo de Lythene volvía a mí y se me llenaban los ojos de lágrimas. Estaban frías, como el viento que venía del valle.
Selina me abrazó con fuerza y puso su cara contra la mía.
-¿Puedo hacer algo...?- El tono de su voz estaba cargado de culpa.
-No es tu culpa, tengo que pasar por esto, o nunca lo voy a superar. No creas que no me gusta.
-Pero no quiero que sufras solo...
-No estoy solo, ahí adentro hay un niño que hace muchas preguntas y acá afuera hay una mujer que me está abrazando, eso no es estar solo para mí.
Ella se quedó abrazada a mí en silencio, se notaba que no sabía bien qué hacer. Lo que no sabía era que a mí con eso ya me bastaba.
-Hay noches en que me lo ponés difícil...
-¿Preferís verme borracho?- dije mientras le acariciaba la cara.
-No, prefiero verte con una sonrisa, prefiero tenerte abrazado, y prefiero..... prefiero tantas cosas...
-¿Cómo qué? ¿Qué preferís?
-Que no pasaras por esto por mi culpa....
-¿Por qué siempre te tenés que culpar por todo? Esto no es tu culpa, es lo que yo quiero.
-Esto pasa desde que yo agarré la piedra... desde entonces te pones así... ¿cómo no queres que me culpe...?
-¿Confías en mí?
-Sabes que sí...
-Entonces confiá en mí cuando te digo que no es tu culpa.
Le dije y la besé despacio. Hacía mucho tiempo que no daba un beso así.
-¿Entonces me puedo quedar con vos...?
-Esta casa es muy grande para mí solo.
-Tonto- y me pegó en el pecho pero sin fuerza- Sabés a lo que me refiero...
-¿A qué te referís? Decimelo
-Ya sabes.. vos y yo... juntos... no como antes... sino juntos juntos...
No dije nada para darle un poco más de tiempo, quería que me lo dijera.
-Como vos... y yo... Frank y Selina... ya sabes.
Cada vez se ponía más colorada y eso me daba mucha ternura. Le acaricié la cara y esperé a que me lo dijera.
-¿Somos pareja...?
La había visto hacer cosas en la cama que hubieran puesto colorada a cualquiera de las chicas de Patrick sin que se le mueva un pelo, y sin embargo ahora le costaba decirme algo tan simple.
-Hace un año ya que somos pareja.
-Pensé que era una de tus amigas...
-No hago a mis amigas las cosas que te hago a vos- le dije y me reí.
Me volvió a pegar en el pecho, un poco más fuerte ahora, y se le escaparon las lágrimas.
Le sequé las lágrimas con mis dedos.
-No llores...
Y le di otro beso, suave, tierno... esos besos que pensé que había olvidado cómo se daban. Y sabía que con ese beso por fin había decidido mi camino.
Le di besos en las mejillas para secarle las lágrimas y ella me volvió a besar para después descansar su cabeza sobre mi hombro. Le acaricié el pelo y le pregunté:
-¿Estás bien?
-Sí... mejor que nunca.
Nos quedamos afuera abrazados así un rato y después entramos a la tienda. Anthony dormía y se había desparramado debajo de las mantas así que nos acomodamos dejándolo a él en el medio de los dos.

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