martes, 27 de diciembre de 2011

Rowan Marie Lannister


Rowan Marie Lannister.
(Gata Sombra)
17 años.
Soltera.
Hija del primer matrimonio de Kevan Lannister y Aysel T (Casa menor de Dorne). Aysel murio tres años después que nacio la niña.
Hermana mayor de Lancel, Willem y Martyn.
Sobrina de Emir T (Casa menor de Dorne).
Hijastra de Dorna Swift.
Su fé esta puesta tal vez en el Desconocido, pero no esta muy segura.
Es un poco atolondrada y distraída… o eso parece.
Se comporta como una niña y pelea como niño.
Suele pasar desapercibida, confundirse con las sombras… .
Y le encantan los críos ^^.

Desde que tengo memoria, amo a Cercei.
No recuerdo cuando la vi por primera vez, ni lo que dijo, sólo sé que desde ese momento quise ser como ella y estar a su nivel.
Siempre estoy a su lado, merodeando a su alrededor para cumplir su más mínimo deseo, porque si ella es feliz, yo también lo soy.
Tyrion dice que soy “la fiera de Cercei, la segundona en las sombras”, y lo odio por ello, pero más que nada, porque me puso un apodo horrible, y todos me llaman así a mis espaldas.
Hay pocas cosas que no haría por ella.
He cocido sus vestidos, terminados sus bordados, velado sus sueños, completado su tarea y rotos las narices de quienes la han insultado.
Todo lo he hecho por ella, sin una queja.
Todo… Hasta yacer en una cama con Jaime, mientras ella observa tras las finas cortinas y da pequeñas directivas.
Tengo miedo.
Aunque Cercei dijo que era casi lo mismo que cuando éramos niños y nos bañábamos todos juntos, esto parece levemente diferente.
Me bese muchas beses con Cercei, mientras la acariciaba y respiraba su dulce perfume, como también, he dormido incontables veces con Jaime, espalda contra espalda, luego de nuestros secretos entrenamientos.
No obstante, esta situación me avergüenza, quiero que termine… y a la vez quiero continuar.
Él se parece tanto a ella, y a la vez es tan diferente.
Él huele a aire, madera, hierro y sangre.
Él parece tener la situación controlada, y yo no sé qué hacer, más que seguir las instrucciones de Cercei.
Un beso más y mi corazón va a explotar, un beso más y Jaime…
… se detiene, huyendo de la cama, tropezando con las cobijas y justificándose: - No Cercei, no puedo… No con ella.
Mi prima reclama: - ¿Por qué no? Lo haces con medio castillo y más, ¿por qué ella no?
Jaime me mira con ojos desorbitados y tartamudea: - Es mi sangre… mi prima, no una cualquiera… es mi prima y la am..
El cachetazo resuena en toda la habitación, junto con el grito: ¡Lo sabia! Tú asqueroso y traicionero patán.
Cercei llora y golpea a su gemelo, quién me urge con voz autoritaria: ¡Vete Rowan!, ve a tu cuarto AHORA.

-¡No! No voy a irme a ningún lado- afirme, acurrucándome en mi cama.
- Prima es lo mejor, créeme, cuando a Cercei se le mete una idea en la cabeza, es bastante persistente- insistió Jaime con su argumentación, al tiempo que tiraba de las mantas para lograr hablar cara a cara conmigo.
El sol se asomaba por la ventana, y yo sabia que la Septa Fawn no tardaría en regresar del oficio de la mañana (del cual me había salvado porque la sangre de la luna me visitaba), así que me senté en la cama y dije: - Le diré que lo pensé mejor, que no esta bien… - me ruborice- dormir con un desconocido.
Mi primo cerró los ojos, frunció el ceño y respiro profundo antes de continuar: - Rowan te ibas a acostar conmigo.
-Pero a ti te conozco-
Jaime no pareció entender mi lógica y retruco: - Te iras con tu tío Emir, ya le dije a Kevan que estabas interesada en conocer lo asuntos de la Casa de tu madre, ya que podrías heredar, por lo que este asunto, sólo necesita un empujoncito tuyo y estarás en camino a… a… bueno, dicen que es un nuevo puerto, te gustara.
Debió leer el escepticismo en mi rostro, porque continúo: - Ella quiere ver cómo se hace y te ha elegido a ti para que cumplas su capricho, en cuanto me vaya encontrara a cualquier otro para que se acueste contigo, y estarás arruinada para cualquier casamiento ventajoso que pudieras tener.
Dude en mi interior, pero intente una pequeña resistencia: No importa, no me quiero casar.
-Kevan querrá casarte y si estas en buenos términos con él, podrás intervenir en la elección de tu esposo. Sino, te casaran con el primer viejo rico que quiera poseerte.
Jaime acaricio mi brazo desnudo al decir esta ultima frase, y el estomago se me arrugo como una pasa.
-Quieres asustarme- susurre con lagrimas en la voz, no quería dejar a Cercei y menos defraudarla.
Mi primo me abrazo con ternura, mi corazón se acelero.
- No, deseo cuidarte. Mi hermana esta celosa, pues piensa que mi amor por ti desmerece el que le tengo a ella, y la verdad, es que son diferentes.
- Voy a extrañarlos… - acepte, sucumbiendo a su pedido.
- Y maduraras, Gata Sombra.
Me aparte de sus brazos y refunfuñe: ¡Odio ese nombre! Soy un león como TODOS ustedes.
Jaime se levanto de la cama y dirigiéndose hacia el pasaje secreto que conectaba nuestros cuartos, comento con tristeza: - Espero que no.

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