-Septo Reed! – llamo una muchacha al entrar en una enorme
torre –Septo Reed!!... este tipo siempre en su torre… y siempre me mandan a mi
a buscarlo… podrían mandar a uno de los chicos de la cocina a buscarlo….
El templo era enorme, casi una catedral… solo le faltaba el
nombre para serlo, y el Gran Septo Reed era quien la dirigía, la chica de pelo
rojo subió y subió por las interminables escaleras en caracol, más arriba las
campanas empezaban a sonar.
-Kara, mi niña – Un hombre con el pelo pajoso y las
ropas blancas sorprendio a la muchacha
-Su gracia… la señora lo manda llamar…
-Debe querer discutir algo sobre la boda – le contesto
mientras la devoraba con la mirada, sin el menor intento por ocultarlo.
-Su excelencia… si no tiene nada en que lo pueda ayudar…
debería volver a mis tareas…
-No no… Esta bien, yo iré con la señora en cuanto termine
con unas cosas aquí arriba..
-Si mi señor…
La muchacha ni bien pudo empezó a bajar rápido por las
escaleras… ¿Qué tenía tan ocupado al septo allí?, pasaba mucho tiempo en esa
torre… No importaba, no iba a ser ella quien fuera a averiguarlo, ahora… él
debía estar en los jardines, si le llevaba algo de comer seguro se iba a
alegrar…
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